𝐒 • 𝐁 • 𝐌 // ᴋ. ɴ. ᴊ.®

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ʙʏᴍ

Un mes desde las vacaciones.

Sali de las cobijas tras apagar el despertador, entre al baño y tome una ducha, salí del baño y entre al clóset, me puse el uniforme, salí, arreglé mi cabello, tome mi mochila y bajé, entre a la cocina y me senté en el comedor observando a mamá cocinar mientras tarareaba.

— Buenos días — saludé.

— Hola cariño — dijo sin girarse — ¿cómo dormiste? — preguntó.

— Bien, ¿que tal tu? — pregunté.

— Muy bien.

Papá entró a la cocina y nos saludó a ambas con un beso, mamá nos sirvió el desayuno y se sentó junto a nosotros.

— Youngmi, ¿podrías pasarme el queso de cabra por favor? — me pidió papá.

Asentí, me puse de pie y caminé hacia el queso, un fuerte aroma penetró en mis fosas nasales en cuanto lo tome.

— ¡Uffff! — me quejé mientras cubría mi nariz.

— ¿Que ocurre cariño? — preguntó mi padre.

— Huele asqueroso — dije alejándolo de mi mientras se lo entregaba.

— ¡¿El queso de cabra?! — exclamó mamá — ¡pero si es tu favorito!

— Este definitivamente no — dije.

El claxon de Jisung sonó.

Tomé mi jugo de naranja y lo bebí lo más rápido que pude.

— Me voy, nos vemos — dije.

— Cuídate.

Sali de casa tras ponerme los zapatos y subí al auto saludando a los chicos, Jisung arrancó en dirección a la escuela.

— Entonces francamente ya no se que hacer, estoy harto de esto... — se quejó Jisung.

Nos hablaba sobre la complicada situación actual de su familia.

— ¿Por qué no te vas? — dije — sabes que en mi casa mis padres no tendrían problema en recibirte.

— Igual sabes que las puertas de la mía también están abiertas... — dijo Hyunjin.

¿Que...? Espera...

— No lo sé, me gustaría primero...

— Detén el auto — pedí interrumpiendo a Jisung.

— ¿Que? — preguntó confundido.

— ¡Detén el auto! — dije de nuevo.

— ¿Estás bien? — me preguntó Hyunjin.

— ¡No! ¡Detén el auto o ocurrirá algo malo!

Jisung se orilló frente ya a unas cuadras de la escuela. Bajé del auto a toda prisa seguida por la preocupada mirada de mis amigos, apoyé mis manos en mis rodilla y me agaché justo a tiempo para que un líquido amarillo saliera por mi boca, Hyunjin y Jisung bajaron también del auto, Jisung recogió mi cabello mientras Hyunjin sobaba mi espalda. Vomité un poco más y después me enderece, Hyunjin me extendió un pañuelo, el cual agradecí.

— ¿Estás bien? Podemos regresar si te sientes mal...

— Estoy bien chicos — interrumpí a Hyunjin — No se preocupen.

— ¿Segura? — preguntó Jisung.

— Si, debí haber comido algo en mal estado, ya hace algunos días estoy teniendo náuseas.