Se encontraba en su cama mirando sus posters de Harry Potter, apenas eran las ocho de la mañana y ya estaba más despierto que cualquier otro día, el calor no lo dejaba seguir durmiendo, pero tampoco quería levantarse, sabe que sus amigos deben estar dormidos aún, también sabe que se encuentra solo en la casa y no tiene ánimos de comer aún. Así que continuó mirando los detalles de las imágenes pegadas en su pared, se considera un gran fan de aquella saga y cualquiera que se atreva a cuestionarlo deberá pensarlo dos veces antes de hacerlo, no hay pregunta que no pueda responder.
Su niñez y adolescencia la pasó entre libros, viajando a mundos de fantasía donde todo es posible, los leía una y otra vez, perdiéndose en aquellos mundos que extraña luego de cerrar el libro, pero a veces eso deja de ser suficiente. A veces quiere buscar su propia aventura y sentirse como el protagonista, pero su vida es demasiado aburrida, teme que sea así por siempre.
Suspiró levantándose de la cama, un mareo repentino lo hizo replantearse si levantarse o no, al final lo hizo, tomando su ropa deportiva antes de entrar al baño. No podía perder forma durante las vacaciones, si bajaba su rendimiento en el equipo, adiós universidad y adiós futuro brillante con el que soñaba sin haber decidido aún que estudiar.
Lo único que decidió aquella mañana fue salir a trotar sin desayunar, con una botella de agua y su playlist de ABBA sonando en sus audífonos. Comparte una playlist con Calum y Ashton, pero ellos no entienden lo que es correr con una playlist perfecta.
La mañana era soleada, muy soleada. Con cada movimiento sentía el olor a protector solar de coco y vainilla que su madre había comprado para él, ni siquiera se percibía el olor a su desodorante bajo aquel aroma dulzón de lo que protegía su piel. Los rayos de sol parecían querer salir a correr con él porque no fue hasta que llegó al parque, bajo la sombra de un enorme árbol, que dejaron de seguirlo.
Se detuvo para tomar agua. No había nadie alrededor, así que se quitó la camiseta dejando el aire húmedo golpear su piel, sí que hacía calor. Una de las razones por las que detesta el verano (a parte de la soledad) es que el calor solo se pasa si te sumerges en una piscina de hielo.
—¡Hola!
Se cubrió el torso con ambas manos cuando volteó en dirección a la voz. Sus mejillas encendidas como árbol de navidad.
—Luke, ¿cierto? Imposible olvidar esos ojos, ¿me recuerdas?
Balbuceó poniéndose la camiseta nuevamente, antes de asentir.
—Michael. Te vi hace tres días en la casa de Calum.
El nombrado asintió. Luke quería morir de vergüenza por su aspecto. Se supone que no debía verse como un perdedor frente a él, pero ¿por qué? Se preguntó dándose golpes mentales. Michael era un 'no' enorme en su lista cuando se descubrió pensando en él. No le había gustado nadie desde Julian. Estúpido Julian. Un momento, por supuesto que Michael no le gustaba, solo quería agradarle porque no conocía a nadie más en la ciudad, solo Calum y se llevan mal.
—¿Estás bien? —preguntó—. ¿Necesitas algo? Te vez muy rojo, ¿te traigo un refresco? No te desmayes, por favor.
Luke pensó en por qué Calum había llamado idiota a Michael, ¿por qué no se llevaban bien? Michael estaba demostrando ser muy atento y lo contrario a un idiota.
—Estoy bien —dijo un poco más alto de lo normal—. Es que hace calor.
El chico asintió, entonces se dio cuenta de que llevaba ropa deportiva.
—Si, ¿quieres helado de desayuno?
Elevó ambas cejas, una bomba de azúcar no estaba bien a esas horas de la mañana, pero si eso significaba hablar con alguien más que con sus posters estaba bien. Asintió.
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Salt Air | muke
FanfictionSu verano se resume en leer novelas románticas en el piso de su habitación con un tazón de helado, hasta que llega él con sus encantadores ojos verdes.