Se separó sintiéndose un poco patético, el beso había estado bien, había sido dulce y suave, el sabor del champagne seguía presente en sus labios y le gustaba, pero había algo en él que le decía que no era correcto, que estaba yendo muy rápido y por otro lado estaba esa parte que le decía que no importaba.
—¿Luke? —preguntó Michael detrás de él cuando se levantó y se quedó mirando la oscuridad del patio.
—Lo siento —respondió dándose la vuelta. Se sentía el típico cliché de las películas.
—¿Por qué?
—Por lo que acaba de pasar.
Michael se quedó en silencio, metiendo las manos en los bolsillos de sus pantalones y regalándole una sonrisa antes de hablar.
—Yo no lo siento. Quería besarte desde que llegué a esta ciudad.
Sintió sus orejas arder, estaba tan sonrojado que no le sorprendería si empieza a salir humo de su cabeza.
—No quiero que sientas lastima por mi... por lo que te conté.
—Te aseguro que no es eso.
—¿Qué pasa ahora?
—¿Qué quieres que pase? —le preguntó dando un paso más cerca. Luke sentía sus rodillas débiles.
—No lo sé. Solo sé que me gustas, pero se supone que no deberías gustarme.
No debería, porque apenas lo estaba conociendo. Maldita sea, solo pasaron tres semanas juntos y cayó como un estúpido necesitado de afecto y atención. No quería dar esa imagen de si mismo, ya lo había hecho una vez, no quería volver a sufrir.
—¿Por qué no debería gustarte? Tú me gustas, pero no me siento mal por eso.
—Porque al finalizar el verano te irás —respondió después de un suspiro de tristeza.
—Luke, ¿sabes que existen los teléfonos?
—Sabes que no funciona bien así.
Y menos si hay alguien importante esperándote, quiso decir, pero solo se quedó callado.
—Podemos- acompañarnos en lo que queda de verano, después, si nuestros sentimientos no han cambiado o son diferentes... —se llevó la mano al cabello revolviéndolo un poco, quizás Luke no era el único asustado—, podemos buscar una forma de resolver lo que sea que pase.
Se mordió el labio inferior con fuerzas, intentando con todas sus fuerzas no ponerse a llorar y verse aún más patético. Si se sentía estúpido tampoco quería verse estúpido.
—¿Qué dices? —volvió a hablar Michael cuando Luke no contestó.
—¿Puedes besarme de nuevo? —preguntó sin saber de donde salieron todas esas palabras.
Michael relajó los hombros con un suspiro tembloroso y Luke cerró los ojos cuando la distancia se fue reduciendo. Sintió su barbilla temblar antes de ser detenida por sus labios ocupados recibiendo nuevamente los de Michael, el beso fue un poco menos tímido que el primero. Al principio fue un toque ligero de sus labios entreabiertos, luego Luke lado la cabeza y cerró más la distancia, abriendo más la boca cuando sintió los dientes de Michael estirar su labio inferior antes de besarlo con fuerzas poniendo ambas manos en los costados de su cabeza, enredando sus dedos en su cabello. Y se sentía bien. Pero lo único que pudo hacer en el momento fue agarrar con fuerzas su camiseta entre sus puños, asegurándose de que fuese real.
—¿Eso fue un vamos a intentarlo? —preguntó Michael juntando sus frentes cuando se separaron. Aun no se atrevía a abrir sus ojos.
—Supongo que si —respondió—. Si.

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Salt Air | muke
FanfictionSu verano se resume en leer novelas románticas en el piso de su habitación con un tazón de helado, hasta que llega él con sus encantadores ojos verdes.