Luke quería volver a la cama y darse cuenta de que solo había sido un mal sueño, como esas pesadillas donde te despiertas en un mal momento y luego vuelves a despertar en el mundo real, jamás le gustó eso, pero en ese momento lo anhelaba. Sus lágrimas no se detenían mientras miraba como Michael abría la boca para hablar, pero no salía nada. No estaba seguro si quería escucharlo. Pero era peor verlo llorar junto a él. Sus ojos derramaban lágrimas que no deberían dolerle, pensó con rabia. Él debería estar llorando y no Michael. Aunque se lo merecía.
Se abrazó a si mismo sintiéndose helado, su corazón seguía latiendo con demasiada fuerza, su cuerpo seguía temblando y se sentía tan patético.
—Te dije todo lo que sentía —volvió a hablar, apoyándose en la barra del desayuno mientras luchaba con el aire entrando a sus pulmones. Cada vez era más difícil respirar—. El miedo que tenía de que esto pasara. De que jugaran conmigo... otra vez. Hiciste lo que él hizo.
Michael desvió la mirada a la ventana, donde el sol ya iluminaba con fuerzas el patio trasero. Ese habría sido un lindo día para disfrutar juntos. Justo antes de dormir le había dicho que lo llevaría a un lugar.
—No quise lastimarte.
Cerró los ojos al escucharlo.
—¿Estás seguro de eso? Porque es exactamente a lo que ibas.
—Yo si te quiero. Pero lo que siento por Ben-
—No, Michael, por favor —rogó con miedo, apresurándose por interrumpirlo antes de seguir lastimándose—. No me digas lo que sientes por Ben.
—Estoy confundido —volvió a hablar—. Necesito tiempo para pensar.
—¿Confundido?
Michael asintió dando un paso adelante, limpiándose las lágrimas de las mejillas. Luke retrocedió.
—Ben ha estado conmigo desde siempre, es lo único que conozco, pero llegaste tu y llamaste mi atención, me hiciste sentir cosas nuevas. Extraño a Ben, pero no quiero perderte porque me haces sentir bien —dijo casi con desesperación. Luke quería callarlo.
—Le estabas diciendo que me dejarías para arreglar las cosas con él. Estás muy dispuesto perderme, aunque te haga sentir bien —respondió con rabia, apretando sus puños—. ¡No sabes lo que quieres y eres un idiota!
Se quedó en silencio. Michael realmente no dijo nada más, porque no tenía nada más que decir. No había excusas para arreglar lo que había dicho. Lamentablemente prefería a Ben y Luke tendría que asumir que se iría corriendo a sus brazos, aunque algo dentro de su maltratado corazón aun latía con un poco de celos porque aun tenía esperanzas de que lo eligiera. Pero su silencio se lo dijo todo. Michael no lo elegiría a él.
Y se sentía estúpido por tener esa esperanza, porque ya había pasado por eso. Con Michael dolía mucho más porque se enamoró de verdad, se entregó a él sin dudarlo, sin sentirse presionado, sin miedos... se entregó porque lo quería de verdad, porque lo hacía sentir seguro, porque lo cuidó y lo engañó con palabras bonitas. Le había hecho sentir tanto en tan poco tiempo, sintió que Michael de verdad lo quería, que se mantendrían juntos hasta ir a la universidad. Que sería el único dueño de su corazón, por más cursi que suene. Creyó todo lo que le dijo para terminar siendo su mayor arrepentimiento.
Porque para Michael, él solo fue una cosa del verano. Para Luke, Michael fue mucho más. Demasiado para un amor de verano y un "nosotros" porque nunca fue suyo. No fue suyo así que no podía perderlo. Jamás lo tuvo porque él estaba pensando en Ben. Y dolía pensar en todas las noches que pasaron juntos porque Michael no estaba pensando en él.
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Salt Air | muke
FanfictionSu verano se resume en leer novelas románticas en el piso de su habitación con un tazón de helado, hasta que llega él con sus encantadores ojos verdes.