Capítulo 3

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Supo que no sería un viaje agradable cuando Calum gruñó subiéndose al asiento trasero, Ashton había tomado el lado del acompañante (lo había acordado antes con Calum) así que Michael fue en el asiento trasero también.

El viaje fue silencioso al principio, Luke vio como Michael no se despegó de su celular, Calum se había acomodado para dormir, pero luego de veinte minutos donde sólo se escuchaba la música, Ashton comenzó a hacer su cuestionario a Michael, desde sus gustos musicales, cumpleaños, películas favoritas y si tenía mascotas. Pero tampoco hizo preguntas sobre por qué él y Calum no se llevan bien.

El calor se hizo más notorio cuando llegaron al estacionamiento, luego se duplicó cuando caminaron por la arena buscando un buen lugar. Luke llevaba la sombrilla que usaba con su madre cuando salían los días que pedía de descanso, también llevaba su silla y una enorme manta porque sabe que sus amigos no llevaron nada más que su ropa.

—Voy al baño —anunció Calum dejando sus cosas en la arena. Se notaba de un mejor humor—. ¿Alguien más quiere ir?

Michael fue quien lo siguió. Se quedó viendo junto a Ashton como ambos se alejaban hasta que se mezclaron con gente y desaparecieron.

—¿Crees que lleguen vivos?

—Si —respondió—. Quizás lleguen en pedazos, pero llegarán.

Ambos rieron y comenzaron a desdoblar la manta. Luke no sabe nadar, así que había llevado un libro enorme para sentarse en su cómoda silla mientras los demás eran arrastrados por las olas. Él no necesitaba eso, podía ver de lejos sin tragar agua cada segundo.

Recuerda las veces que su madre intentó enseñarle, fracasando en cada intento. No importaba mucho en ese entonces porque no tenía amigos para salir.

—¿Vas a leer? —le dijo Ashton cuando lo vio arrojar su libro sobre la silla. Asintió—. ¿Viniste a la playa a leer?

—No sé nadar —se encogió de hombros.

—Si te paras en la orilla no necesitas nadar.

—Una vez lo hice, me quedé viendo el agua por mucho tiempo hasta que me sentí mareado, me caí y el agua me arrastró —confesó—. Puedes reírte —dijo rendido cuando las comisuras de la boca de su amigo se curvaron. Una gran carcajada se escuchó después de eso.

Después de años sintiéndose avergonzado por aquella anécdota, ya le daba risa también porque no estuvo en peligro de morir ahogado. Pero a veces hay que exagerar un poquito.

Tenían todo listo cuando llegaron, ninguno dijo nada, pero parecía que no hubo ninguna pelea durante su camino al baño. Michael se sentó a su lado, diciéndole que había visto un perro con traje de baño, Calum comenzó a apresurar a Ashton para ir a nadar, quien se había acomodado en su toalla hace segundos.

—¿Tu no vas? Yo puedo quedarme con las cosas.

Luke negó acomodándose en su silla.

—No sé nadar.

—Oh, sí, me lo dijiste esta mañana, ¿te enseño?

—Creo que el mar no es un buen lugar para aprender, pero gracias.

Michael hizo un puchero y Luke se rio cerrando su libro. No estaba muy seguro de ir a nadar, en las piscinas siempre se queda en la orilla o jugando con los pequeños en la parte baja del agua, jamás cruza la cuerda que está en el medio.

—Solo si prometes que no me harás ir donde mis pies no toquen la arena.

—Lo prometo —dijo estirando su mano. Luke la tomó y Michael lo levantó de la silla—. Además, ¿qué sentido tiene venir a la playa si no te va a revolcar una ola?

Salt Air | mukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora