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Mini maratón [2/2]


Tardaron alrededor de veinte minutos arreglaron el problema. Cuando ya lo arreglaron Tae estaba en la cabina colocando el carbón para que el tren siguiera en movimiento, Lionella junto con él.

—Y después de salir del baño, se me queda mirando, y yo como: ¿qué me miras? ¿Te gusto?— rio, le estaba contando lo que había sucedido ayer y lo que había pasado en la mañana junto a Jungkook.

—Es que para decirte verdad, estar haciendo el trabajo de tirar el carbón a la locomotora, mira que con esos brazos, ahorcas, y se te ven bien mamalones

¡¿Verdad que si?!— emitió un chillido de felicidad, le gustaba que lo elogiaran, y le gustaba saber que esos elogios eran verdad.

—La verdad que si, tal vez lo hipnotizador de tu ser lo dejó así, o pudo ser el alcohol que aún seguía en sus venas, una de esas dos

—Prefiero quedarme con la primera— siguió tirando carbón hasta que vino el otro compañero que le haría cambiar de turno.

La mañana continuó tranquila. La hora del almuerzo había llegado, y justo tenían una hora para que todos los pasajeros y trabajadores busquen que comer y regresar al tren, podían comer dentro del tren para no perder tiempo buscando donde sentarse a comer o perder el asiento. El viaje desde donde estaban sería muy largo, ahora si sería largo, tres días seguidos en el tren. Harían paradas en la noche, la mañana, almuerzo y cena del día siguiente,y para en la mañana del tercer día llegar al próximo destino.

Y así fue, hicieron esas paradas, Tae y Jungkook nunca se separaron. Comían juntos en la cabían de Jungkook, pasaban sus buenos ratos ahí. Lionella celosa porque le estaban quitando a su amigo, pero ¿qué le iba a hacer? ¿Qué tal si ese es el ser amado de Tae? Ella sabía que así era. No le quedaba de otra que pasar con los demás trabajadores, todos eran amigos ahí, y todos se trataban súper bien. Y trataban como una reina a Lionella, y eso a ella le gustaba.

No es la primera vez que se hacen viajes así tan largos, Thomas es tranquilo en eso, a él le gustan esos viajes largos, porque siente que sus trabajadores y el descansan mucho más, hacen limpieza en la mañana, y solo deben de ayudar a acomodar a las personas cuando suben al tren, cobrar y ya, él se encarga de lo demás, les da la tarde libre. Aunque sean sus trabajadores, él los toma como como hijos, les quiere mucho a todos y por eso no les llena de trabajo. Le agrada dejarles tarde libre cuando se dan estos viajes.

Las cabinas de la primera clase son muy bonitas. Estas tienen un sofá de una tela semejante al terciopelo rojo, no llega a serlo pero si es muy suave, el asiento es acolchonado, tiene en la parte de abajo del asiento donde colocar las maletas, haciendo mucho más cómodo si se va a estar sacando algo de ellas. Una ventana que tiene un cartel que dice "advertencia: cuidado con sacar manos, cabeza, brazos, u objetos, si algún objeto se cae el tren no parará, y el tren no se hace responsable por daños en el cuerpo" dice esto ya que se puede abrir completamente, dejando un espacio considerable en el cual una persona podrían caerse.

Tiene seguros para dejarla tan abierta como la persona quiera.

A la hora de dormir, la banca tiene una extensión que al abrirla queda el compartimiento para las maletas, se abre este y ahora queda más grande la banca, se les brinda una sábana y almohada, al igual que una lámpara. Ahora la banca es una cama, es cómoda, la otra parte se sostiene ya que tiene unas patas que se sujetan al suelo por un guacho e imanes; queda seguro para quien quiera dormir ahí.

—Pensándolo bien, estos cuartitos están más equipados que mi cuarto— dijo tae, viendo como Jungkook sacaba la sabana y la almohada que les dan, esta estaban sobre una mesa que puede funcionar como un pequeño escritorio, arriba de este hay otro compartimiento para más maletas, un cuarto pequeño pero todo muy bien organizado para pasar cómodo. Tae estaba ahí porque habían terminado de cenar.

El chico del tren [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora