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Y esa misma noche durmieron abrazados en el sofá, no sabían si lo que había pasado solo había sido de un impulso de hormonas, impulso de querer hacer algo diferente o simplemente ya querían liberar eso.

Seguimos con lo mismo. Esta historia es in vacío de no saber qué hacer, y al final tomar una decisión y no saber si va a terminar mal.

Tae fue el que despertó primero. Sintió un brazo rodeando su cintura y la mano de este se escondía bajo la camisa de pijama, y pues era un buen lugar ahí, había calor. La mañana estaba helada, un frío que con un manto se hace suficiente calor para salir.

Tae no podía creerlo, al fin estaba pasando.

Loa aguanta veinte minutos continuaron en escuchar a un Jungkook despertar.

Gracias al cielo cada uno recordaba lo que había pasado anoche. Tanto así fue que Jungkook tomó el mentón de Tae y le dio un beso en los labios. Es una faceta que ni el propio Jungkook se reconocía. Tae río con su risa grave, y enredó sus dedos en los mechones algo largos del cabello de Jungkook.

-Te seré honesto, nunca pensé que al despertar le daría un beso a alguien. Y mucho menos que ese alguien sea de mí mismo sexo.

-Yo la verdad que sí. Esto fue raro, me resultó bonito

-¿De verdad? Podría decir... ¿novio mío?- dicho esto Jungkook con vergüenza al decir eso, rio y se escribe dio en el hueco del cuello de Tae.

-Qué lindo suena eso ¿no? Podría decir que más fe alguna vez me imaginé diciendo eso, pero no pensé que te apenarse

Jungkook acariciaba la suave piel color canela de Taehyung, aún mantenía su mano en el torso de este -Yo para cosas como estas no sirvo. Soy un asco. Lo más seguro que si te quiera decir algo no lo haga porque me da pena- sacó su cabeza t le dio un besito en la mejilla -. De los dos supongo que tú eres el romántico.

🚂

Lionella, Taehyung y Jungkook se encontraban en el salón comedor del hotel. Donde encontraron un piano. Tae sentado en este leyendo unas partituras que Jungkook había encontrado.

— ¿Cómo aprendiste a tocar piano?— preguntó "mi novicio" como diría Tae.

—Una de mis primas, trabaja en una casa muy grande. Ella es nana de los niños de esa casa. Los niños le enseñaron a tocar el piano y sus patrones también le ayudaron. Los niños al ser súper apegados a ella, para el cumpleaños de ella le regalaron un piano relativamente pequeño y lo instalaron en casa de mi abuela de papá. A ella le gusta mucho tocar. Y por eso nos enseñó a mí, a mis primos y a este engendro mal averiguado —habló refiriendo lo de "engendro mal averiguado" a Lionella. Y él mordía un lápiz tratando de descifrar las partituras.

Tocó una pieza, muy fluido y — ¡Mierda!— Exclamó por quinta vez, y sus manos descansaron bruscamente en el teclado haciendo ruido desafinado.

—Mira animal, es así— ella tomó asiento a un lado de Tae, y empezó a mover sus manos y al llegar a la oírte donde Tae tato se equivocó a ella le salió de primero —Mira Jungkook si me quieres llevar a mí, mejor— Tae ya le había contado todo a Lionella. Y ya sabía -muy felizmente- que Tae y Jungkook se tenían ese algo que a ellos dos les daba pena llamar como "ser novios" más que todo por el poco tiempo de llevarse conociendo.

—Solo es consentir a un viejo amargado con tener un pianista en la casa, no es una audición — recordó Jungkook. Que por más que tratar no podía seguirle el hilo a Tae y a Lionella cuando se peleaban de que "si la negrita. Si la blanca. Blanca sostenida" todas esas cosas que él no comprendía.

Claro. Si sabía algunas cosas, por el paso del tiempo se le fueron olvidando y ahora su mente ocupada en pe ser que si el día de mañana ni despierta con la noticia 'Jungkook mañana te casas"

El chico del tren [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora