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¿Qué se puede decir?

Esta última parada fue divina.

Tae y Jungkook se divirtieron como nunca antes. Por alguna razón ahora se sentían mucho más unidos. Lionella por molestar le decía a Tae que ya no eran dos personas cuando estaban ellos dos juntos. Que ahora parecían una sola cosa. Una sola emoción.

Tae le respondió con un "deja de leer tanto libro. Ni yo que leo mucho me pongo así" aunque, siendo honesto, Taehyung también sentía esa especie de acercamiento. De confianza entre los dos.

Una que no sabes de donde, de cuando, o como es que se forjó.

De una confianza que solo te basta un mes de convivir con esa persona y que sientes que le puedes contar cada cosa que te pasa, y que sabes que esa persona te va a contar absolutamente todo también.

Es algo tan mágico, y místico a la vez. No sabes de donde viene. Pero no quieres que se acabe nunca.

De un momento a otro dejan de ser dos personas, a ser una sola, que caminan al mismo ritmo, que quieren ir al mismo, y que si uno se queda atrás, el otro espera a que marchen igual.

Algo así sucedía con ellos. Solo que no la aceptaban.

Cada parada después del incidente que Lionella tituló "el incidente del labio" o como su otro nombre también "la pesadilla de Tae" que Tae y Jungkook se iban acercando cada vez más y más, en todo aspecto.

Desde lo emocional, que implica que se cuenten cosas, que se sientan seguros en el otro, tanto para que Jungkook le dijera en una ocasión que estaban hablando, ambos con una copa de vino, acurrucados en el suelo y una manta sobre ellos, un poco pasados de copas "eres mi lugar seguro"

Tae a eso solo se rio, y susurró un "lo sé" por qué a final de cuentas, Jungkook en ese viaje no tenía a nadie. Si no fuera por Tae Jungkook se sentía solo. Sin saber a dónde ir a disfrutar, o saber cosas nuevas.

En cambio a los físico. Jungkook poco a poco dejó de tener pudor a abrazar a Tae de la nada, era algo que el hacía habitualmente con sus hermanos. Y cuando se emocionaba también tomaba su mano. Tae se sintió más cómodo y también con más confianza de hacer eso de la nada.

Jungkook un día que no podía dormir, se puso a analizar el comportamiento de Tae de hace unas semanas con el de ahora.

El de hace unas semanas, se notaba nervioso cada que Jungkook le diría la mirada y la palabra ¿por qué? ¿Tan intimidante era Jungkook? Y al de ahora una persona más confiada.

Jungkook notó que tenía un acercamiento to mucho más ameno con Tae. Luego de la vez que envió la carta a sus hermanos, las últimas cinco paradas han sido de maravilla. Que le duele pensar que solo quedan dos paradas más, y tendrá que dejar Alemania. Y regresar a Luxemburgo.

—Te veo triste. ¿Qué te pasa?— preguntó Lionella a Tae, y se sentó en una banca, ambos estaban en la parte trasera del tren, y este yendo a la penúltima parada.

—Queda esta, y la otra y Jungkook, regresa a casa— decía cada palabra lentamente y con tristeza. Él no quería eso, estos últimos dos meces y medio han sido maravillosos.

Si bien él ya había hablado del tema con Lionella, aún se sentía mal sobre eso, pensar que no le volvería a ver, su corazoncito se hacía trizas. Y pensar que su enamoramiento se iría a la mierda también.

—Habla con él

— ¿Sobre qué?

— ¿Cómo que sobre qué? Tae, estás jodidamente enamorado de ese tipo, aunque me lo niegues, que sé que te gusta. Pero en parte no sé, él también se comporta de una manera que parce que siente lo mismo hacia a ti. No sé.

El chico del tren [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora