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Sigo sin poder dormir, lo más seguro que la hora ya pasa de las nueve de la noche, él estaba con un farolillo de luz, como del que tengo en el tren para poder leer en las noches en el final del vagón. Por el rabillo del ojo le observaba como luchaba por hacer que el foco conectarse con la base de energía. Suspiró pesado dejando el farolillo en la mesita de noche y mejor prendió unas velas, las velas además de iluminar estaban dando calor, se sentía bien el ambiente, se sentía cálido, silencioso, cómodo.

Me acomodo en la suave cama, y me coloco la sábana sobre mí, me cubre hasta el cuello; mi mente solo se transporta a unos cuarenta minutos antes.

Estábamos en el parque, sentados en una banca, yo observaba sus ojos brillar con las cosas luces reflejándose en ellos. De la nada movió su cabeza, yo me asusté ya que estaba prácticamente perdido en su mirada. Miré a donde el miraba y era una banda callejera, traían sus instrumentos y los estaban colocando en la tarima del parque, desde donde nosotros estábamos sentados se podía ver la tarima a la derecha de nosotros. Pasados unos minutos las personas empezaron a tocar música, la gente empezó a llegar, Jungkook tenía ánimos de querer ir, pero no sé por qué no se levantaba. Yo tampoco lo hacía, estamos en la misma.

Se levantó y dio un paso con ganas de querer ir. Luego otro y otro, se alejó un poco, yo me quedé ahí, observándolo, así se veía divino, ya sé que podría dibujar hoy, o mañana, o pasado, cuando tenga tiempo mejor dicho. Regresó donde mí y me agarró del brazo sin preguntar nada ni decir nada, solo me agarró y me atrajo un poco a él, empezó a caminar a donde estaba la multitud. Yo iba agarrado de él igual, era mucha gente en tan poco tiempo. La música que sonaba era muy diferente a la que estamos acostumbrados a escuchar, es movida, energética, es diferente. Y a la gente le gusta, le gusta lo diferente, lo diferente a lo habitual.

Puta madre, es mucha gente, lugares así no son mis favoritos. Irónico ¿Cierto? Trabajo en un tren donde se suben no menos de ciento cincuenta personas a diario.

Algunas personas estaban bailando al compás de la música que ya había bajado un poco su energía por algunas personas que no les gusta lo diferente, había muchas personas jóvenes, la mayoría no más de veinticinco años, los que no les gustó lo diferente eran los mayores. Mientras que ellos bailaban un vals por así decirlo, los otros estaban bailando a lo desordenado, imitando un vals, yo solo estaba estático en ese montón de gente.

Sentí como poco a poco un brazo se iba colocando tras mi cuello, pensé lo peor un asalto, miré al dueño de ese brazo y era él, el chuco del tren, Jungkook. Mis ojos sólo porque no se puede no se hicieron corazones, pero si se pudiera se hubieran hecho inmediatamente. Al verle me sonrió y se movía al ritmo de la música.

Su brazo sobre mi hombro, yo un poco apoyado sobre su brazo, ambos, bailando al ritmo de la música.

Poco a poco se fue acercando más a mí, no tanto para invadir espacio personal, solo porque es él que invada todo mi espacio si lo necesita.

Hizo un movimiento con su mano para que yo levantara mi mano del brazo donde él está apoyado, al levantarla él no dudó en tomarla, la tenía entrelaza a la mía, se sentía extraño hacer eso, da miedo en cierto punto.

Da miedo pensar que si él me está llevando a la perdición con mis actitudes algo cariñosas y que no me gusta mostrar mucho tal vez es que solo él también quiere mostrarse así, y quiere tener esa cercanía que yo, y tiene las mismas lagunas mentales que yo en pensar mucho en li vida y pensar que me gusta un hombre está mal, puede que el piense eso. O simplemente solo quiso hacerlo como demostrar que somos amigos y que él tiene confianza en mí y que yo debo de confiar en él. Creo que me quedaré con la última opción. Es la más acertada, supongo.

El chico del tren [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora