No Digas Su Nombre

II. Vamos, di mi nombre.

—Esa es pura basura, chicos, ¿Como pueden creer algo como eso?

—Porque hay testimonios, americano estúpido—Harry le dio una ligera cachetada en la mejilla derecha, Liam siguió riendo—Hace diez años dos chicos entraron en la mansión para invocarlo. Pedían dinero y a cambio ellos entregarían algo. Zayn les pidió lo que más amaban en la vida, solo uno de ellos aceptó y Malik se llevó al otro chico. Ambos eran pareja, pero parece que el otro no lo amaba tanto como decía.

—¿Y qué? —inquirió—¿Hizo un libro con la sangre del chico?

—Encontraron el cuerpo a las orillas del Támesis con las venas vacías y a su lado había un libro en blanco. Solo estaban escritas un par de palabras en la primera página.

—¿Cuales?

—"Gracias por tu ayuda. Z. Malik. Desde el infierno."

¿Realmente esperaban que creyera en esa idiotez?, un fantasma chupador de sangre que agradecía por ella. Pff.

—¿Como lograron entrar en propiedad privada sin hacer sonar alarmas? —intentaba hacerlos topar con pared. En una pregunta que no tuviera respuesta.

Pero parecían tenerlas todas.

—Es una casa muy vieja, Liam. Y la familia Malik no quiso ponerle manos a la obra. Decidieron dejarla tal y como la dejó el primer dueño.

Sin embargo, la leyenda disque terrorífica y espeluznante no logro alzar ninguno de sus vellos corporales. Solo aburrirlo y reírse un poco por lo alterado en ambos jóvenes.

—Los fantasmas no existen. Es obvio que quien mato a ese chico fue el otro. Así de simple.

—Zayn no es un fantasma, idiota. Es un ente demoniaco que usa sangre humana para crear libros.

—Fantasma, como dije—repitió, Niall bufo y decidió no seguir insistiendo—Y les voy a demostrar que no existen.

Liam se encontraba no ligera, sino mortalmente aburrido. Hace apenas dos horas que había llegado a la fiesta con sus amigos. Eran casi las dos de la mañana y lo único que considero divertido hasta ese momento, fue ver como una chica bajaba las escaleras arrastrando consigo a otra chica semi desnuda. La jalaba por su cabello rubio y gritaba por encima de la música cosas como "¡Eres una zorra!" y "¡Te voy a partir la cara de modo que nadie más quiera meter su pene en tu asqueroso cuerpo!". Detrás de ellas salió un chico con el pantalón abierto y sin playera. Supuso que, obviamente, se trataba de una pelea de parejas e infidelidad. Él no entendía la necesidad de ese tipo de dramas, ¿Por qué les gustaba humillarse haciendo esas escenas en público?, tan fácil como propinarle una bofetada o buena patada en las pelotas al tipo y jamás verlo nuevamente, ¿Qué necesidad de exponerse?

A unos metros, Harry coqueteaba descaradamente con un chico de cabellos rubios y labios rellenos, parecía estar haciendo un puchero. Mientras que, Niall se mantenía pegado a la barra de bebidas, donde parecía tener una buena pelea de ajedrez contra los chicos del club de este juego. El rubio tenía una mano ocupada en un tarro de cerveza espumosa y usaba la derecha para mover las piezas. Sus ojos dilatados y felices por las grandes cantidades de alcohol ingerido. Y los chicos del club de ajedrez, dos mujeres y cuatro hombres, parecían estar en pleno colapso por los movimientos del que peleaba contra Horan.
Vagamente recordaba una tarde en que su amigo le menciono que su abuelo, antes de morir, le enseño muchos juegos. Entre ellos; el ajedrez, damas chinas, cartas, domino, golf y esgrima.

Una risa escapo sin intención de sus labios sellados cuando Niall llevo el tarro a su boca y su mano movió otra pieza sobre el tablero. Debió ser una buena movida, porqué la cara que hizo el otro chico fue épica. Parecía estar a punto de llorar o gritar. Sin embargo, hizo una pequeña reverencia a Niall y estrecharon sus manos, su amigo alzo su pulgar sin dejar ir la cerveza que bebía. El siguiente jugador tomo lugar en el antes ocupado y coloco nuevamente las piezas en su lugar.