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Intentar escapar ha sido en vano, pues el chico le agarra en cuanto trata de levantarse, sin embargo, el niño acaba cayendo de nuevo debido a su rodilla lesionada. Toda inútil...
— Ven, Sanie, volvamos con los demás. — le pide con amabilidad, extiende su mano hacia el niño para hacerlo levantarse, notando de inmediato la herida que yace en la rodilla de este. La mezcla entre la tierra y un poco de sangre le causa escalofríos así que toma un paño de su pantalón y lo ata alrededor de la rodilla de su menor. En todo ese tiempo, él no dice nada, ni San tampoco. El mayor no escucha ningún quejido de parte del pequeño, y eso que su herida es lo bastante grave como para hacer a cualquier niño llorar, además, quizá y solo quizá, le estaba lastimando un poco. Pero no, San no llora, no se queja, no dice nada, es más, ni siquiera lo oye respirar. — San... ¿Estás bien? — cuestiona con curiosidad.
— No, hyung no me quiere y ahora no tengo novio de nuevo, y me caí, ¿Qué te hace pensar que estoy bien? Es una pregunta basura... — se tapa la boca de inmediato al darse cuenta de las palabras que han abandonado su boca, no... San podría serlo todo menos mal hablado. — P-perdón, no quise...
— Ya tranquilo. Mira, con que no seas mi novio no significa que no te quiera, ¿Mmh? Te adoro Sanie, pero nuestra relación no es para nada similar a la de un noviazgo, eso es imposible para nosotros.
— ¿Por qué? — cuestiona con inocencia.
— Porque... pues tú eres un niño, y a mí me van las chicas...
No entiende, claro que, dada la relación de Minhyuk es bastante conocedor sobre el tema de los novios, o eso cree. Su amigo le suele contar las cosas que hace con Cindy, tomarse la mano, palmaditas en los hombros, compartir su comida y hasta algunas veces abrazarse... ah, pero si él hace eso con Wooyoung, no son novios y ni por cerca. Amar a un chico está tan bien como amar a una chica, San sabe que, si no tiene novia pues novio será, y si no, viceversa. Su corta edad no le es impedimento alguno para saber lo que quiere, y él quiere a Jung Wooyoung.
— ¿No te duele? — las manos de Wooyoung acarician la rodilla del niño con suavidad, evita la zona donde tiene lastimado, y su mano; inconscientemente, viaja desde su pierna hasta un poco más arriba, casi a las orillas del corto short del nene.
— Casi no, ha sido solo un raspón, me han pasado peores cosas. — responde, pero voltea su vista, evitando el contacto con Wooyoung, está molesto, porque no quiere ser su novio, y porque "le van las chicas". Él puede ser una linda chica si así se lo propone, y seguro sería más linda que la escuintla a la que hace llamar su novia.
— ¿Estás molesto?
— Sí — responde por inercia. En realidad, quiso decir que no, dejar el tema ahí y ya luego decidiría si perdonar a su adorado hyung o no. Pero ahora que ya ha metido la pata, decide continuar hablando. — Porque no quieres ser mi novio, porque ya no me has dado besitos, por tu culpa me caí y tu novia me cae muy mal, hyung. ¡Estoy enfadadísimo contigo!
El chico no hace más que reír, con fuerza, luego de las acciones y expresiones faciales del niño. Le causa gracia verlo molesto, se pone aún más rojo y hace pucheros por doquier, sin mencionar que... sus labios lucen tan apetitosos formando corazoncitos.
— ¿Cuál es el enorme afán de ser mi novio, Sanie?
— La escuálida de tu novia dice que tú le das besos a ella porque son novios, entonces como antes tú solías darme algunos supuse que se trataría de lo mismo. — se encoge de hombros, luciendo aún más tierno. Wooyoung no podría retenerse más de seguir así. Mientras que San solo se regaña internamente por haber sido un mal hablado de nuevo.
— ¿Quieres que te bese?
— Sí — su puchero desaparece, en cuanto los labios del chico se estampan contra los suyos. Sin embargo, ninguno mueve sus labios, quizá porque San no sabe cómo besar, y porque Wooyoung no gusta de asustarlo con tanto. Solo son... sus labios juntos.
Eso hasta que San incita un movimiento, mismo que Wooyoung acepta y ahora sí. Se besan con normalidad.
— ¿Ahora sí somos novios? — cuestiona en cuanto el beso que Wooyoung había empezado, es cortado.
— Bien, pero que sea un secreto.
Claro, él sabrá arreglar cualquier inquietud que se maneje en cuanto el niño. Al menos sus deseos de besarlo con ganas, se han saciado a medias. Dice a medias porque aún no está del todo satisfecho...
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