Capítulo diez:

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El paso de los años lo ha vuelto un poco más maduro, para su suerte, Minhyuk sigue ahí junto a él y, aunque Cindy se había marchado años atrás, su amigo Minhyuk aún permanece con la enorme esperanza de encontrarla y hacerla su novia, su novia ofic...

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El paso de los años lo ha vuelto un poco más maduro, para su suerte, Minhyuk sigue ahí junto a él y, aunque Cindy se había marchado años atrás, su amigo Minhyuk aún permanece con la enorme esperanza de encontrarla y hacerla su novia, su novia oficial y verdadera. Ya no una relación de niños de ocho años.

— San, hoy nos toca ayudar a Chae con los más pequeños — y el mismo del cual piensa, aparece por la puerta de su habitación para informarle lo anterior.

Las cosas han cambiado, de diez años atrás a la actualidad. Tanto San como Minhyuk están ahora cerca de cumplir su mayoría de edad, y como un hogar jamás fue encontrado para ellos, pues podrían salir de ahí por cuenta propia pronto. Él ha cambiado bastante en particular, se ha hecho más alto, su cabello sigue siendo color negro, pero ahora se empeña cada mañana en arreglarlo bastante, ¿Para quién? Nadie en concreto, dejó de recibir a su visita favorita hace muchos años atrás; suponiendo quizá que su vida de adulto aparentemente iniciaba vuelo y no contaba con el tiempo de visitar. Pues qué tanto, solo había perdido total contacto con el chico de sus sueños.

— No me gustan los niños pequeños. Son muy sucios.

— Tú fuiste un niño alguna vez.

— Uno muy limpio y ordenado — un buen chico, guarda para sus adentros. Lástima que Wooyoung, realmente no había visto eso. O bien, eso cree. Igual y su orgullo por haber sido un niño bien portado no se lo quita nadie.

Y acaba aceptando a final de cuentas, aunque sin tener opción. Ayudar a Chae es lo único que puede hacer mientras sigue viviendo y comiendo ahí, aun cuando será libre de irse cuando quiera pronto.

— Presumido — escucha a su amigo decir detrás de él, a lo que sonríe y regresa para traerlo consigo.

Sí, definitivamente antes de marcharse le gustaría dejar las cosas bien aquí.

Sabe a la perfección que la sobrina de Chae es la única que sigue asistiendo a la casa hogar, tan solo para visitarla

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Sabe a la perfección que la sobrina de Chae es la única que sigue asistiendo a la casa hogar, tan solo para visitarla. Pero cada vez que se entera de ello, simplemente se encierra en su habitación y no sale de ahí hasta que llega Minhyuk y le indica que se ha marchado. No quiere verla, porque seguramente iría a decirle a Wooyoung lo grande que está, cuán guapo se ha puesto y que saldría pronto de ahí.

Y no, no está entre sus planes que Wooyoung sepa todo eso. Porque no le importa, así de simple. Si en verdad le importara, jamás hubiese dejado de ir a verlo, no se habría perdido su proceso de crecimiento y la mayor parte de su vida ahí, si en verdad le hubiese importado, Wooyoung seguiría llegando a verlo, a buscarlo, a besarlo.

Pero hace diez años que no lo ve o sabe de él.

— ...se ha ido — nota a su amigo entrar por la puerta de su ahora propia habitación, este le indica que la chica se ha ido y que, por ende, es libre de salir de nuevo y acabar de hacer lo que estaba haciendo. Preparaba la maleta de un niño que está por irse, eso hasta que escuchó la exclamación de Chae alabando a su sobrina, ahí fue cuando salió corriendo a su habitación. Mmm sí, un poco cobarde. Quizá solo un poco.

— Debo acabar de asear la habitación de Changkyun, ¿Dónde está Chae? — cuestiona mientras abandona su habitación, con Minhyuk siguiéndole detrás.

— Todos están en el área de juegos.

— ¿Changkyun también? — observa a su amigo asentir por lo que decide ir ahí también, sin pensarlo dos veces desvía su camino de la habitación del niño hasta llegar a donde los demás estaban. Vaya sorpresa la que le esperaba ahí...

— ¡Oh por dios, ¿Sanie?! — mataría a Minhyuk luego, ahora solo tiene cabeza para pensar en cómo salir de ahí cuanto antes. Porque sí ella le ha visto... — Dios mío, estás tan grande — sonríe incómodamente hacia la chica acariciando un poco su cabello, es más bajita que él así que le cuesta alcanzarlo por completo. Sin embargo, él la conoce, sabe quién es y quién podría ser su posible acompañante. — ¿No me recuerdas?

— Sí, eres la sobrina de Chae, vienes aquí desde que yo era un niño, pasé tiempo contigo, claro que te recuerdo — aparta la mano de la chica de su cabello mientras la suelta, sonríe hacia ella y hacia Minhyuk en la parte de atrás, más esa sonrisa no fue agradable.

— Uh... es primera vez que te veo en años, siempre he venido, pero por alguna razón nunca te veo... dime, ¿En qué pasas tan ocupadito, Sanie? — su tono de voz es un poco burlón, y él no responde, ni siquiera se limita a sonreír como con anterioridad. A sus ojos solo aparece la silueta de Wooyoung entrando a la habitación donde todos están, está un poco más alto que diez años atrás, su cabellera color negro permanece cayendo a su rostro aun cuando una de sus manos lo peina hacia atrás, viste tan bien que, por unos segundos realmente olvida cualquier cosa a su alrededor para fijar su vista cien por ciento a Jung. — ¿Sanie? — pero la voz femenina le saca del trance, su hermoso trance.

— Ah... no, es solo que — no sabía que Wooyoung también venía, hacía tanto que había dejado de venir. — ...supongo que nuestros horarios no coincidían. — mintió, porque en verdad él siempre había escuchado todo cuando ella estaba ahí, menos a Wooyoung. — Como sea... ¡Changkyun, ven! Necesitamos ordenar tu habitación, ¿me ayudas? — toma al niño de la mano y en el camino toma del brazo a Minhyuk, aún con su amenazadora mirada fija y puesta tan solo en su amigo.

Se retiran, abandonando al resto que solo les observan irse.

— Sanie está muy lindo... ¿no lo crees, Woo? — peligrosamente le cuestiona, jalando de su brazo para lograr que se siente a su lado. Éste asiente en respuesta, aún sin la posibilidad de formular monosílabo alguno.

— ...ya no es nada un niño a como solía serlo — escucha a su mujer y a Chae conversar, con su conversación al ciento por ciento enfocada en el jovencito. E internamente, se emociona por el último comentario de su acompañante.

"Ya no es nada un niño"

Qué bueno que ya no lo sea. Quiere decir, con tanto que quisiera hacerle.

Y así obtuvo sus dos primeras conclusiones:

Número uno, San aún provoca una especie de efecto en él.

Y número dos, está seguro que él todavía provoca un efecto en San.

Y número dos, está seguro que él todavía provoca un efecto en San

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♧ 𝐂𝐡𝐢𝐥𝐝𝐡𝐨𝐨𝐝 𝐥𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 - 𝐖𝐨𝐨𝐒𝐚𝐧 ♧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora