Capítulo trece:

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La ciudad luce bastante transitada, adonde sea que observa nota decenas de autos y personas ir de aquí a allá y viceversa

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La ciudad luce bastante transitada, adonde sea que observa nota decenas de autos y personas ir de aquí a allá y viceversa. El ruido es molesto, pero, aun así, tolerable. Sigue sin creerlo y es que... ¡Está en la ciudad!

Deja de ver la ventana del auto y esta vez se dedica a mirar a la chica conduciendo con tranquilidad, sin nadie a su lado, aunque hubiese deseado que Wooyoung estuviese ahí.

— ¿Primera vez en la ciudad, Sanie? — le cuestiona. Aún con sus delicadas manos sobre el volante y su rostro sonriente reflejándose en el espejo retrovisor.

Él asiente, sin siquiera poder formular un adjetivo claro que describa todo lo precioso que le parece todo en ese momento.

— Cuando lleguemos a casa puedes descansar, más tarde podemos ir a cenar donde tú quieras, será tu regalo de bienvenida, ¿Qué te parece?

— No hace falta, seguro dormiré mucho y cuando despierte tendré que desempacar lo poco que traigo — brinda una sonrisa, para no generar un ambiente incómodo al orillarse a rechazar la idea. ¿Regalo de bienvenida dice? Su regalo de bienvenida sería follar con Wooyoung, como mínimo.

Y sin dar más vueltas, habían llegado a la casa de la chica.

Se dedica a observarla por fuera, dándose golpes en la cabeza por, estúpidamente, creer que se trataría de un sitio similar a la casa hogar. Quién sabe, algo con un poco de flora cerca...

Pero la casa es enorme, con más casas enormes a su alrededor. Ha perdido la calma del pequeño bosque cerca de la casa hogar, ¿Algo peor que eso? Ah, el ruido de la ciudad. Ahora sí se le hace sumamente molesto.

Soojin se adelanta a abrir la puerta por él y gritar el nombre de Wooyoung al encontrarse adentro. Realiza una seña indicando al chico que puede entrar, sin pena alguna. Los conoce a ambos, desde pequeño, serían como... ¿Realmente una familia? Qué bobada.

Y dice qué bobada intentar ser una familia con quién desea follar.

— ¡Wooyoung, ¿Estás en casa?! — la chica grita por segunda vez, pasados unos segundos sin que el mencionado apareciera.

Y San no puede evitar pensar en si él si quiera está en casa. Para recibirle... imagina.

— Iré a buscarlo, seguro está encerrado trabajando. Así es él — le sonríe mientras habla, señalando un sofá para que tome asiento y por supuesto, él no duda en tomarlo.

Así se toma el tiempo de analizar la sala de estar. Con tres sofás color gris y cojines de una tonalidad más oscura, las paredes blancas y una cortina de tela suave del mismo color, una planta decorando a un lado de la puerta y cuadros, cuadros de diferentes pinturas, sin olvidar de la mesita del centro, mientras una foto de la pareja yace decorándola.

— Ah... menuda bobada — habla por lo bajo. Mientras toma el cuadro con la foto y la observa. Puede ver a Soojin más feliz que nunca, pero Wooyoung y su rostro no parecen reflejar lo mismo. Y él lo nota, lo sabe. No necesita ser un experto para notarlo. Lo conoce, es su arma.

♧ 𝐂𝐡𝐢𝐥𝐝𝐡𝐨𝐨𝐝 𝐥𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 - 𝐖𝐨𝐨𝐒𝐚𝐧 ♧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora