Capítulo diecisiete:

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— Tú padre me ha llamado esta mañana, los arreglos para el viaje están listos

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— Tú padre me ha llamado esta mañana, los arreglos para el viaje están listos. Partimos este lunes — el sonido de los cubiertos tocando el plato, y la sigilosa noche se ve interrumpida por el aviso de Soojin, mirando a su esposo mientras este solo atina a asentir en respuesta, sin decir nada sigue comiendo hasta que acaba. Se levanta de la mesa mientras brinda una mirada cómplice hacia el muchacho sentado al otro extremo de la mesa. Sabe lo que quiere, y lo tendrá. Seguramente lo tendrá.

— ¿Vemos una película? — interrumpe de nuevo.

— Yo iré a dormir, buenas noches — avisa a ambos y abandona el comedor. De lejos escucha risas de aquel par y como su esposa indica a su menor que prepararía algunas palomitas para ambos. Menuda mierda, él lo que quiere es tener a San esta noche. Esta noche y muchas más.

Allá abajo quedan Soojin, quién yace preparando las palomitas de maíz y sacando unas bebidas del refrigerador, mientras San opta por subir rápidamente a su habitación a por su celular... y para algo más. Algo rápido.

— Luces fatal — susurra mientras ve a Wooyoung casi derrotado sobre la cama. — Perdona por aceptar lo de la película, en realidad, no tenía opción.

— Pudiste haber vivido la experiencia de una película conmigo.

— Ah, ¿sí?

— La de una película para adultos. — cree que bromea. Pero su seriedad le indica que no, y eso solo hace que sus piernas tiemblen de tan solo pensarlo, porque el fugaz recuerdo de veces anteriores le comprueban que, en efecto, sería una experiencia inolvidable. Como el resto.

— Ya, perdona — se inclina un poco hacia él y lo atrae a un beso, uno en el cual ambos se hunden, olvidándose de que hay una persona allá abajo que podría verlos en cualquier instante. — Podemos vernos por la madrugada, ¿No?

Porque así han hecho. Wooyoung carga unas terribles ojeras debido a las pocas horas de sueño que lograr concebir, ¿Razón? Ya van dos madrugadas seguidas en las que se cuela a la habitación de San, sin que Soojin lo note, claro. Logrando pasarla de puta madre con su menor mientras cuida que sus gemidos no se escuchen por toda la casa. Como resultado, solo logra dormir como máximo dos horas, y eso teniendo en cuenta que llega tarde al trabajo.

— Sanie — le habla — Es agotador follarte toda la madrugada y amanecer hecho una mierda – lo dice directamente, porque es cierto, pero hay una excepción. — Pero me vuelves loco, así que estoy dispuesto a tomar el riesgo.

— De acuerdo — el menor sonríe en respuesta y vuelve a besarlo. Abandonando la habitación momentos después y volviendo a la sala de estar, donde nota a Soojin completamente ida en la enorme televisión y con las palomitas y refrescos a su lado. — Estoy aquí.

— Bien, ¿Qué quieres ver? ¿Alguna que tengas pensada o...?

Y la escucha seguir hablando, seguramente brindándole ideas sobre qué película ver. Pero él y su mente solo se encargan de repetir lo últimos de estos días, y eso no puede tenerlo más satisfecho.

♧ 𝐂𝐡𝐢𝐥𝐝𝐡𝐨𝐨𝐝 𝐥𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 - 𝐖𝐨𝐨𝐒𝐚𝐧 ♧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora