El día siguiente fue mejor.... y peor.
Fue mejor porque no llovió, aunque persistieron las nubes densas y oscuras; y más fácil, porque sabía qué podía esperar del día.
Taylor se acercó para sentarse a mí lado durante la clase de Lengua y me acompañó hasta la siguiente clase mientras Eric, el que parecía miembro del club de ajedrez, la fulminaba con la mirada. Me sentí halagado. Nadie me observaba tanto en el día anterior. Durante el almuerzo me senté con un gran grupo que incluía a Taylor, Eric, Tom y otros cuantos cuyos nombres y caras ya recordaba. Empecé a sentirme como si flotara en el agua en vez de ahogarme.Fue peor porque estaba agotado. El ulular del viento alrededor de la casa no me había dejado dormir. También fue peor porque el Sr.Varner me dio la palabra en clase de Trigonometría, aun cuando no había levantado la mano, y di la respuesta equivocada. Casi fue espantoso porque tuve jugar voleibol y la única vez que no me aparté de la trayectoria de la pelota y la golpeé, ésta golpeó en la cabeza de un compañero de equipo. Y fue peor porque Louis Tomlinson no apareció por la escuela, ni por la mañana ni por la tarde.
Que llegara la hora del almuerzo —y con ella las coléricas miradas de Tomlinson—me estuvo aterrorizando durante toda la mañana. Por un lado deseaba darle la cara y exigirle una explicación. Mientras permanecía insomne en la cama llegué a imaginar incluso lo que le diría, pero me conocía demasiado bien para creer que de verdad tendría el valor de hacerlo. En comparación conmigo, el león miedoso de El mago de Oz era Terminator.
Sin embargo, cuando entré en la cafetería con Tom—intenté contenerme y no recorrer la sala con la mirada para buscarlo, aunque fracasé estrepitosamente— vi a sus cuatro hermanos, por llamarlos de alguna manera, sentados a la misma mesa, pero él no los acompañaba.
Taylor nos interceptó en el camino y nos desvío hacia su mesa. Tom parecía eufórico por la atención, y sus amigas pronto se reunieron con nosotros. Pero yo estaba incomodísimo mientras escuchaba su despreocupada conversación, en espera de que él apareciera. Deseaba que se limitará a ignorarme cuando llegara, y demostrar de ese modo que mis suposiciones era infundadas.
Pero no llegó, y me fui poniendo más y más tenso conforme pasaba el tiempo.
Cuando al final del almuerzo no se presentó, me dirigí hacia la clase de Biología con más confianza. Taylor, me empezaba a asumir todas las características de los perros golden retriever, me siguió fielmente hasta la clase. Contuve mi aliento en la puerta, pero Louis Tomlinson tampoco está en el aula. Suspiré y me dirigí a mi asiento. Taylor me siguió sin dejar de hablarme de un próximo viaje a la playa y se quedó junto a mi mesa hasta que sonó el timbre. Entonces me sonrió apesadumbrada y se fue a sentar al lado de una chica con un aparato de ortodoncia y un permanecer horrendo. Al parecer iba a tener que hacer algo con Taylor, y no iba a ser fácil. La diplomacia resultaba vital en un pueblecito como éste, donde todos vivían pegados unos a otros. Tener tacto no era mi especialidad, y no tenía experiencia a la hora de tratar con chicas que fueran más amables de la cuenta.
El tener la mesa para mí solo y la ausencia de Louis fue un gran alivio. Me lo repetí hasta la saciedad, pero no lograba quitarme de la cabeza la sospecha de que yo era el motivo de su ausencia. Resultaba ridículo y narcisista creer que yo fuera capaz de afectar tanto a alguien. Era imposible. Y aún así la posibilidad de que fuera cierto no dejaba de inquietarme.
Cuando al fin concluyeron las clases y hubo desaparecido mi sonrojo por el incidente del partidos de voleibol, me puse un pantalón de mezclilla y un suéter azul marino y me apresuré a salir del vestidor, feliz de esquivar por el momento a mi amiga, la golden retriever. Me dirigí a toda prisa al estacionamiento, ahora lleno de estudiantes que salían a la carrera. Me subí al auto y busqué en mi mochila para asegurarme de que tenía todo lo necesario.
ESTÁS LEYENDO
crepúsculo /l.s
VampirosCuando Harry Styles se muda a la fría ciudad de Forks y conoce al misterioso y atractivo Louis Tomlinson, toda su vida dará un giro emocionante a la par que aterrador. Con su piel de porcelana, sus ojos dorados, su voz hipnótica y sus dones sobrenat...