Tom conducía aún más deprisa que Des, por lo que estuvimos en Port Angeles a eso de las cuatro. Hacía bastante tiempo que no había tenido una salida nocturna sólo con amigos; la dosis de estrógeno resultó vigorante. Escuchamos canciones de rock mientras Tom hablaba sobre los chicxs con los que solíamos estar. Su cena con Taylor había ido muy bien y esperaba que el sábado por la noche hubiera progresado hasta llegar a la etapa del primer beso. Sonreí para mis adentros, complacido. Ángela estaba feliz de asistir al baile aunque en realidad no le interesaba Eric. Tom intentó que confesara cuál era su tipo de chico, pero la interrumpí con una pregunta sobre ropa poco después, para distraerlo. Ángela me dedico una mirada de agradecimiento.
Port Angeles era una hermosa trampa para turistas, mucho más elegante y encantadora que Forks, pero Tom y Ángela la conocían bien, así que no planeaban desperdiciar el tiempo en pintoresco paseo marítimo cerca de la bahía. Tom condujo directamente hasta una de las grandes tiendas de la ciudad, situada a pocas calles del área turística de la bahía.
Se había anunciado que el baile sería de media etiqueta y ninguno de nosotros sabía con exactitud qué significaba aquello. Tom y Ángela parecieron sorprendidos y casi no creyeron cuando les dije que nunca había ido a un baile en Phoenix.
—¿Ni siquiera has tenido novio o novia ni nada por el estilo? —me preguntó Tommy dubitativo mientras cruzábamos las puertas frontales de la tienda.
—De verdad —intentaba convencerlo sin querer confesar mis problemas con el baile—. Nunca he tenido un novio ni nada que se le parezca. No salía mucho en Phoenix.
—¿Por qué no? —quiso saber Tom.
—Nadie me lo pidió —respondí con toda franqueza.
Parecía escéptico.
—Aquí te lo han pedido —me recordó—, y te has negado.
En ese momento estábamos en la sección de ropa juvenil, examinando los vestidos de gala.
—Bueno, excepto Tyler —me corrigió Ángela con voz suave.
—¿Perdón? —me quedé boquiabierto—. ¿Qué dices?
—Tyler le ha dicho a todo el mundo que te va a llevar al baile de fin de cursos —me informó Tom con suspicacia.
—¡Cómo!
Parecía que me estaba ahogando.
—Te dije que no era cierto —le susurró Ángela a Tom.
Permanecí callado, aún en estado de shock, que rápidamente se convirtió en irritación. Pero ya habíamos encontrado la sección de vestidos y ahora teníamos trabajo por delante.
—Por eso no le caes bien a Lauren —comentó entre risitas Tom mientras inspeccionábamos la ropa.
Me rechinaron los dientes.
—¿Crees que Tyler dejaría de sentirse culpable si lo atropellara con mi coche, que eso le haría perder el interés en disculparse y quedaríamos en paz?
—Puede ser —Tom se rió con disimulo—, si es que lo está haciendo por ese motivo.
La elección del vestido no fue larga y ambos encontraron unos cuantos para probarse. Me senté en una silla baja dentro del probador, junto a los tres paneles del espejo, intentando controlar mi rabia.
Tom estaba indeciso entre dos trajes. Uno era un modelo sencillo, y el otro era un traje azul con fino telaje que le quedaba a la medida. Ángela eligió un vestido color rosa claro cuyos pliegues realzaban su alta figura y resaltaban los tonos dorados de su pelo castaño claro. Los felicité efusivamente a ambos y los ayudé a colocar en los ganchos los modelos descartados.
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crepúsculo /l.s
VampirosCuando Harry Styles se muda a la fría ciudad de Forks y conoce al misterioso y atractivo Louis Tomlinson, toda su vida dará un giro emocionante a la par que aterrador. Con su piel de porcelana, sus ojos dorados, su voz hipnótica y sus dones sobrenat...