Martina
Ha pasado exactamente 1 mes y 3 días desde mi ruptura con Dan.
Después de superar la primera semana como una versión de la llorona moderna y faltar casi una semana a la universidad, la salida con Axel me subió mucho el ánimo y pude retomar mi vida con algo más de normalidad.
Dan continuó llamándome, pero me mantuve firme y no respondí sus llamadas, ni mensajes ni redes sociales.
Pensé varias veces en eliminarlo, pero 1 mes es poco tiempo cuando estas superando a alguien, debía ir poco a poco.
Los llamados y mensajes fueron bajando gradualmente hasta que hace una semana dejó de hacerlo por completo.
Lo sentí como un alivio y una angustia al mismo tiempo.
Se acercaba el periodo de exámenes parciales por lo que Lu y yo estábamos estudiando para el examen del próximo lunes en mi departamento.
—El profesor Hidalgo piensa que la única materia que tenemos es la de él — se queja Lu — lo odio.
—Todos piensan que su materia es la única y la más importante — le digo apoyando mi cabeza en la mesa — esto está de muerte, literalmente, se me está yendo la vida aquí... ¿Sabes qué? ¿Porqué no dejamos esto aquí, pedimos algo para comer, y te quedas esta noche? podemos seguir estudiando más tarde, como en primer año ¿recuerdas?
—No se diga más — dice Lu cerrando su laptop repentinamente.
Llamamos para pedir unas pizzas, que demoran unos 30 minutos en llegar, pedimos una promoción de 2 familiares, que estaba en oferta, pero al llegar considero que es mucho para las 2 solas.
—Oye, ¿te molesta si invito a Axel a comer con nosotras? — le pregunto antes de tomar mi teléfono.
—¿Tu sexy vecino? — dice — ¿A quién podría molestarle?
Ruedo mis ojos. Marco el número del celular de Axel y llevo mi teléfono hasta mi oído, él contesta al 3er tono.
—¡Hey! guapa, ¿a qué debo el honor de tu llamado? — me responde una voz grave desde el otro lado.
—¡Hola! ¿Estás ocupado? — digo al teléfono — estamos comiendo pizza y quería saber si te animas a venir.
—¿Estamos? — pregunta él — ¿tú y quien más?
—Lucía — respondo, ella me mira frunciendo el ceño y yo le hago un gesto para que no preste atención — ¿Quieres o no?
—Yo llevo las cervezas — dice. Y luego me corta.
Siento la puerta de Axel cerrarse a través al otro lado del pasillo. Me levanto de la mesa y corro a abrir antes de que él pueda tocar el timbre.
—¡Que rapidez! — exclama — tienes todo bajo control ¿no?
—Obviamente — le digo con una sonrisa.
Lo dejo entrar, me da un beso en la mejilla a modo de saludo y se dirige con las cervezas al comedor donde Lucía ya ha sacado un trozo de pizza.
—Hola vecino — dice ella de manera coqueta.
—Hola Lucía — él se agacha para saludarla de un beso en la mejilla también, Lucía se abanica exageradamente la cara cuando Axel no la ve y yo sonrío.
Supongo que no soy la única que le gusta mirar a este hombre.
Axel se sienta junto a Lu, mientras yo me siento en la cabecera de mesa, más cerca de él. Abro una de las cajas de pizza y el olor llega hasta mi nariz abriéndome el apetito.
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21.- Enamorarse otra vez © [Libro 1 Bilogía 21 meses]
Roman pour AdolescentsLa vida de Martina Fares da un vuelco cuando se queda soltera después de 7 años de relación. Soltera a los 22, lejos de su familia y sin saber cómo tomar las riendas de su vida, escribe una lista con 21 propósitos que cumplir antes de volver a enam...