Martina
Cuando despierto, Axel ya no está junto a mí.
Abro los ojos y veo que la habitación esta iluminada por la luz del sol y veo a Axel, sentado en una silla, con los brazos apoyados en sus rodillas con cara de preocupación.
—¿Axel? — digo sentándome en la cama — ¿todo está bien?
—Oh... buenos días Sunshine — dice alzando la cabeza para mirarme con una pequeña sonrisa — sí, todo está bien.
—Entonces ¿Por qué esa cara de preocupación?
Él relaja su cuerpo y se sienta más erguido en la silla.
—Debo reemplazar a Isaac en una reunión con nuestro nuevo cliente. Es una reunión importante y no sé si lo recuerdas, pero él te defendió de los hombres que... bueno... ya sabes — dice desviando un poco la mirada — aún está un poco magullado y no podrá asistir, así que iré yo y nuestro abogado.
Lo escucho en silencio mientras habla. Siempre olvido que este chico sencillo, divertido y atractivo, también es subdirector de lo que se está convirtiendo en una gran empresa.
—¿Isaac se encuentra bien? — pregunto, preocupada.
—Sí, sí... solo que, recibió un golpe en la cara y no sería bonito que el gerente general se presente a una reunión con un ojo morado. Ya sabes... nuestro negocio es vender imagen.
Asiento.
Aún no asimilo bien el fin de semana, menos, si no puedo recordar nada.
—Tú... ¿vas a salir a alguna parte? — pregunta con preocupación.
—En realidad, no lo había pensado... supongo que no — murmuro.
—Volveré a la hora de almuerzo entonces — dice con una sonrisa forzada.
Se levanta de la silla y se acerca, con solo ese movimiento se me acelera el corazón, pero él vuelve a besarme en la frente.
Voy a empezar a creer que me besa en ese lugar cada vez que quiere besarme en los labios. Como si intentara alejarse lo que más pudiese de mi boca.
—Axel espera — lo detengo cuando está abriendo la puerta de mi habitación.
Alargo la mano para abrir mi mesa de noche y saco la copia de las llaves de mi departamento, las que alguna vez fueron de Dan.
—Toma. Quiero que las guardes tú, ya sabes... en caso de emergencia o que olvide las mías.
Él me observa perplejo durante unos segundos y luego se acerca a tomarlas, demora un poco más en soltar mi mano.
—Gracias — murmura con una sonrisa.
Sin decir nada más, sale de mi habitación.
Decido que ya es hora de levantarme de mi miseria, así que me dirijo al baño para darme una ducha.
Reviso mi herida, ya se encuentra mejor. Me quito el parche que me han puesto en el hospital y coloco unas bandas más pequeñas que ayudan a cerrar la herida.
Estoy desayunando mientras hablo por mensaje con mis amigas, les cuento que ya estoy mucho mejor y me preocupo por Lucía, que según me dijeron, estaba muy afectada.
Estoy por volver a mi habitación para ver si puedo mover mi televisor de vuelta a su lugar cuando el timbre suena.
Me giro mirando la puerta con confusión.
Si no era Axel o las chicas, no esperaba otras visitas. Me acerco a la mirilla y veo que Isaac estaba al otro lado con la cabeza gacha.
Abro rápidamente.
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21.- Enamorarse otra vez © [Libro 1 Bilogía 21 meses]
Ficção AdolescenteLa vida de Martina Fares da un vuelco cuando se queda soltera después de 7 años de relación. Soltera a los 22, lejos de su familia y sin saber cómo tomar las riendas de su vida, escribe una lista con 21 propósitos que cumplir antes de volver a enam...