Axel
La fiesta termina en el momento en que Lucía se queja que está demasiado cansada y Adriana y Franco se van, seguramente a enrollarse en algún otro lado más íntimo.
—Vamos, dejemos a las chicas descansar — digo levantándome del suelo.
Le ofrezco una mano a Isaac para ayudarlo a levantarse, este la acepta, pero me da una mirada que conozco muy bien. Esa mirada que me indica, que una vez estemos solos, tendremos problemas.
Nos despedimos de las chicas y nos vamos a mi departamento. En cuanto estamos dentro, me giro para enfrentar lo que sea que tenga que decirme.
—Ya, suéltalo — ordeno.
—¿Qué? — gruñe mientras camina hacia su antigua habitación.
—Isaac... sé que quieres decir algo... deja de...
—¿Estás o no interesado en Martina? — pregunta.
Yo ruedo los ojos porque cada vez que me ve con ella, vuelve a preguntármelo y la respuesta es siempre la misma.
—Ya te lo he dicho. Solo somos amigos. No sé porque sigues preguntándolo.
—Porque no te creo una mierda — dice entre molesto y divertido — ¿Por qué le quitaste el maldito dulce primero?
—Porque ibas a besarla.
—¡Claro que iba a besarla idiota! — exclama — Te lo pregunté Axel, te pregunté si te molestaba que lo intentara con ella y me dijiste que no.
—Y no me molesta — respondo.
—¿Por qué simplemente no reconoces que te gusta? — dice con una mirada de comprensión — Solo dilo, Axel, no hay nada de malo.
—No voy a reconocer algo que no existe Isaac.
—Entonces deja de entrometerte — dice antes de girarse para irse a su habitación.
Lo observo. Conozco a Isaac demasiado bien, y también a Martina.
Y me da terror que Isaac logre su objetivo, Martina es demasiado vulnerable, tengo miedo de que pueda salir lastimada.
Y no puedo permitirlo.
—Isaac espera — digo. Él se detiene al instante, pero no se gira para mirarme — ¿Estás realmente interesado en ella?
—¿Eso sería un problema para ti?
—Depende...
Siento que ríe un poco antes de girarse y mirarme con su sonrisa engreída de siempre.
—No. Solo quiero enrollarme con ella como lo hago con todas — responde muy seguro de sí mismo.
Tengo ganas de romperle la cara ahí mismo. Y soy un hipócrita por eso, porque ambos actuamos de la misma manera.
Pero Martina no. Ella se implicaría más, y Isaac le haría daño y no quiero sentirme responsable de haber podido evitarlo.
—No lo hagas Isaac — pido — déjalo, por favor.
—¿Reconoces que te gusta entonces?
—Sí — murmuro. ¿Qué más da decirle una mentira con tal de que deje de insistir?
—Bien.
—Bien.
Ambos nos quedamos parados en medio de mi sala mirándonos mutuamente, Isaac vuelve a sonreír y desaparece dentro de su antigua habitación.
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21.- Enamorarse otra vez © [Libro 1 Bilogía 21 meses]
Novela JuvenilLa vida de Martina Fares da un vuelco cuando se queda soltera después de 7 años de relación. Soltera a los 22, lejos de su familia y sin saber cómo tomar las riendas de su vida, escribe una lista con 21 propósitos que cumplir antes de volver a enam...