Martina
Las cosas van de maravilla.
Han pasado exactamente 10 meses, desde que volví a estar soltera y creo que he crecido personalmente mucho más que en mis 22 años previos.
He cumplido 12, de los 21 objetivos que me propuse en la famosa lista.
Me he vuelto más independiente, salgo más con mis amigas, y valoro mucho mi tiempo cuando estoy sola.
Pero lo más importante es que me encanta estar con Axel. No es como una necesidad de estar con él, si no, que cada momento que paso con él, se siente demasiado bien, pero ambos tenemos vidas además de nosotros. Él tiene su trabajo, y yo el mío, además de mis videos musicales, así que cuando no nos vemos, me siento excelente también.
No me la paso como alma en pena extrañándolo para volverlo a ver, porque sé que ambos somos seres independientes, con vidas independientes y que hemos decidido hacernos compañía mutuamente.
Y el sexo. Uff.
Axel me enseñó realmente a hacer el amor y a disfrutar del sexo sin tapujos, sin inhibiciones y a expresar lo que deseo. A experimentar cosas nuevas y no avergonzarse en una situación donde solo estamos él y yo.
Todo iba de viento en popa.
Por eso cuando dicen que todo va bien en tu vida, es porque irremediablemente algo tiene que salir mal. Lo dicen porque la vida es una drama queen que no puede estar feliz con algo de drama en ella.
Axel y yo estamos en su departamento después de otra excelente noche juntos. Es domingo así que decidimos hacer panqueques con frutas para desayunar mientras hablamos.
—Bueno, no lo sé... quizás pueda pedir al Rougarou que me den un contrato definido — respondo distraída mientras corto las manzanas mientras él cocina de espaldas a mí.
Menos mal no puede verme, porque se daría cuenta que no es algo que me entusiasme mucho.
No hemos hablado de Henry Jones porque después de su mensaje, nunca más volvió a escribirme, y considerando que ya estábamos comenzando julio, supuse que la oportunidad ya había pasado.
Axel se gira con el sartén en la mano y me sorprende divagando mentalmente.
—Linda, puedes hacer lo que quieras. Solo tienes que buscar nuevas oportunidades — dice dejando el panqueque en un plato — ¿Por qué no le hablas tú misma? Y así sales de la duda.
—¿Hablarle a quién? — pregunto.
—A Henry, tontita. Se que estás pensando en eso — dice sentándose en el taburete — de hecho, ya lo tengo todo planeado. Tú viajas, yo voy contigo, trabajo a distancia para la empresa, y, además, quizás visite a mi familia en Jacksonville.
Lo miro asombrada. Al parecer no soy la única que ha estado pensando en esto.
Me da un pequeño golpe juguetón en la nariz y luego me atrae para darme un pequeño beso en los labios.
Aún no me acostumbro a este Axel tierno y romántico, pero me encanta que sea así, sobre todo porque el pervertido y lujurioso no se ha ido del todo.
El timbre suena y ambos nos miramos extrañados.
—¿Esperas visitas? — pregunto ante su cara de confusión.
—No... y es muy temprano para un domingo — murmura — ¿Puedes abrir, Sunshine? iré a colocarme una camiseta.
—Claro.
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21.- Enamorarse otra vez © [Libro 1 Bilogía 21 meses]
Teen FictionLa vida de Martina Fares da un vuelco cuando se queda soltera después de 7 años de relación. Soltera a los 22, lejos de su familia y sin saber cómo tomar las riendas de su vida, escribe una lista con 21 propósitos que cumplir antes de volver a enam...