Axel
Estoy en el salón de mi departamento intentando ver una película, pero ninguna me emociona mucho para centrarme en verla.
Isaac está de viaje para ver a su familia, Martina también. Como mi madre vive en la misma ciudad y la voy a ver al menos una vez al mes, no me veo en la necesidad de quedarme en la casa para estar con ella porque nos vemos continuamente.
Desde hace un tiempo dejé de salir con chicas en citas por internet, así que lo único que me queda por hacer es elegir una película para pasar la tarde.
Creo que he encontrado una película medianamente buena, van 15 minutos de reproducción cuando unos sonidos en el pasillo me distraen.
Los departamentos de este edificio son muy especiales, desde el pasillo no escuchas lo que pasa dentro de los departamentos, pero sí desde los departamentos sueles escuchar absolutamente todo lo que pasa en el pasillo, pasos, puertas que se cierran y conversaciones. Es muy molesto al principio, pero luego terminas por acostumbrarte.
Sin embargo, la duda me invade porque los únicos ruidos que yo logro escuchar de mi salón son los pasos de los que salen del ascensor y los que hace Martina cuando entra o sale de su departamento.
Por eso me inquieta cuando escucho voces y algo arrastrarse hasta mi puerta, detengo la película y agudizo el oído para prestar atención.
Oigo murmullos, quejas y una palabrota. La curiosidad me gana y me acerco a la mirilla y veo a Martina buscando sus llaves.
Abro la puerta de golpe.
—¡Martina! — exclamo con sorpresa.
Ella da un respingo del susto y suelta sus llaves que caen al suelo con estrepito. Me regaña con la mirada antes de agacharse a recogerlas.
—¿Por qué me asustas así?
Después de la sorpresa inicial, me acerco hasta ella y la estrecho en un gran abrazo.
No había querido reconocer que tanto la necesitaba hasta que le di ese abrazo.
Ella me responde de la misma manera, y por un momento nos mantenemos así durante al menos un minuto. Un minuto muy corto para mi gusto.
—¿Qué haces aquí? — digo separándola un poco de mí para poder mirarla, pero sin soltarla del todo — Creí que llegarías la próxima semana.
—Bueno, la cena fue un total desastre, no quería andar por el lugar después de eso — responde un poco afligida — además mi mamá saldrá de viaje con su nuevo novio y no me lo había dicho.
—El hombre que sale en tus fotos ¿Es el nuevo novio de tu madre? — pregunto. Ella asiente.
—Y la chica de ojos azules es su hija, es un encanto — agrega.
Se separa de mí y me entrega las cosas que tiene en sus manos para poder abrir la puerta.
—¿Por qué no me avisaste que venias? Podría haber ido a buscarte al aeropuerto, con todas estas cosas que traes, además.
—Eres mi salvador, siempre apareces cuando te necesito, pero no quiero aprovecharme de ti siempre — dice y me lanza un beso para luego tomar su maleta y entrar a su departamento. Yo tomo las llaves del mío, cierro la puerta y la sigo dentro sin que me invite.
—¿Comiste algo? — pregunto. Dejo las bolsas que me había pasado, encima del sofá.
—Almorcé en casa — grita desde su habitación — ya ha pasado un rato, quizás me de hambre pronto.
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21.- Enamorarse otra vez © [Libro 1 Bilogía 21 meses]
Roman pour AdolescentsLa vida de Martina Fares da un vuelco cuando se queda soltera después de 7 años de relación. Soltera a los 22, lejos de su familia y sin saber cómo tomar las riendas de su vida, escribe una lista con 21 propósitos que cumplir antes de volver a enam...