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Nadia.

La fiesta paso de forma rápida, mis hermanas estaban ya un poco ebrias, y los invitados estaban en sus mesas, ya era madrugada por lo que había decidido que ya era hora de partir al aeropuerto, Bella estaba tomada de mi mano hablando con Lilith y yo le sonreí a ambas antes de soltarme de su mano y caminar al escenario donde algunos músicos tocaban musca clásica.

-Quiero agradecerles a todos por haber asistido a nuestra boda, y por los regalos también, me alegra compartir con ustedes esta felicidad que tengo de haberme casado con la mujer de mi vida. - Mire a Bella y ella estaba con las mejillas sonrosadas ante tanta atención que estaba recibiendo en estos momentos. - Ahora llego el momento de partir a nuestra tan esperada luna de miel, por lo que si nos disculpan ustedes pueden seguir festejando, pero junto a mi esposa partiremos. –

Iríamos a una isla cerca del segundo portal escondido en Atlantis, como había dicho cuando contrajera matrimonio tendría que reinar la Isla de Atlantis, y posiblemente a los vampiros, pero esa tarea se la daría a Caín, pues aquel puesto siempre fue de el al ser el primer vampiro en el mundo. Teníamos muchos planes que hacer, entre ellos fundar el año entrante la escuela para niños y adolescentes mitológicos, reinar Atlantis, sobrellevar un buen matrimonio y por último, el embarazo de Bella, como lo había dicho Poseidón; La primera vez que nos uniéramos sexualmente Bella se embarazaría de un hibrido, con la sangre del olimpo junto a la de Bella y mía, un trihibrido para ser exactos.

También estaba el tema de Amelia y nuestra hija, la cual Tessa junto a Ariadna la buscarían para traerla a mi hogar, aquella niña debía estar a mi cuidado, no la conocía, pero la amaba, era mi sangre, no sabía como reaccionaria Bella ante toda esta información, pues ya llevaba tiempo ocultándolo, y más tiempo se tornaría al esperar que Bella quedara embarazada, me emocionaba un hijo mío y de Bella, pero me daba miedo que Bella no quisiera estar más a mi lado y me lo quitara al enterarse de todo lo que estaba ocultando, y más sabiendo que ella quedaría embarazada mientras yo ya tenía una hija. Todo era muy estresante para mí, pero lo mejor era por el momento hacer vista ciega a todo aquello y disfrutar lo que pudiera a mi esposa.

Bella se despidió de Charlie y Rene junto a su esposo, mientras yo me despedía de mis hermanas y Adriel, le regale una pequeña sonrisa a Caín y abrace a Lucifer junto a Lilith. Tome a Bella de la mano y le abrí la puerta de copiloto para que entrara al auto, cerré la puerta una vez que ya estaba dentro de el y camine para subirme yo, encendí el motor y eche a andar el auto alejándonos cada vez mas de la gente, Bella tomo mi mano y me sonrió, yo le devolví la sonrisa y aleje los malos pensamientos de mi cabeza, Bella solo merecía felicidad en su vida, y yo, aunque no se la pudiera dar por completo haría lo mejor que pueda para que estuviera bien.

-Estoy emocionada, y feliz también claro está, luego de tantos años por fin estoy unida a ti por la eternidad, créeme cuando te digo que este es el segundo día mas felicidad de mi corta vida. - Yo la miré mientras sus ojos brillaban con enamoramiento y sonreí en grande.

-¿El segundo? ¿Y el primero cuál es? – Me hice la ofendida y ella soltó una carcajada.

-El primero es cuando nos besamos por primera vez, aquel día me enamore perdidamente de ti, mi amada Nadia.

-Eres tan adorable cariño, te amo de mis formas que nunca terminaría de contar, gracias por aparecerte en mi vida. – Tome sus nudillos y los bese de forma corta y ella se acerco a mi mejilla para besarla.

-Te amo de la misma forma cariño. – Bella bostezo un poco y yo sonreí con ternura.

-Duerme, queda un poco para llegar al aeropuerto, quiero que descanses, hoy fue un día agotador. –

Media luna | Bella Swan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora