Media luna | Bella Swan.

12.

Antes de que amaneciera me fui de la casa de Bella para poder cambiarme de ropa y poder alimentarme de un humano que estuviera cerca de Port Angeles, camino al trabajo o un vagabundo, ya no importaba, el olor de Charlie me estaba volviendo loca durante toda la noche, tenia sed, mucha y no me perdonaría el hecho de dañar al padre de mi novia, mi suegro, Bella me odiaría por el resto de sus días.

Cuando ya me había alimentado de 3 humanos, me devore sus almas y sangre, tirándolos al mar para no levantar sospechas, los tiburones se devorarían el cuerpo, mi sed estaba saciada, no me arrepentía si eran inocentes, mi placer era alimentarme, pero jamás bebería de un animal, era asqueroso, su sangre se enfriaba en segundos y no te saciaba por completo, en cambio la sangre de humano, era exquisita, te hacia mas fuerte, y al ser hibrida y tener que alimentarme de almas me hacia más fuerte aún.

Cuando estuve lista me lave los dientes al llegar a casa y me metí al auto, mis hermanas ya iban al instituto, por lo que me apresure en ir a buscar a Bella, al llegar a su casa pude ver a Charlie subiendo a su patrulla, me baje del vehículo y camine en direccion a el que me veía con una sonrisa.

- Señor Swan, ¿Cómo está?.- Le di un abrazo y el me lo respondió torpemente.

- Hola Nadia, dime Charlie, bien gracias, Bella esta esperándote.- Una sonrisa se instalo en mi rostro apenas escuche el nombre de mi novia.

- Charlie, ¿tienes libre esta noche?.- El me miro con duda, y me sonrió.

- No, hoy tengo media jornada, me tomare la tarde para ver el partido en vivo por la televisión.-

- Es que quería llevarte a una cena junto con Bella para que nos conociéramos mejor, ya sabes, se que amas las hamburguesas y lo mío no son las cenas elegantes, lo de ustedes tampoco por lo que encuentro una comida perfecta para que me conozcas.- Charlie levanto sus cejas a modo de sorpresa y asintió.

- Si, me parece, es bueno conocer a la chica que se llevo a mi hija a Italia.- Yo reí por las palabras de Charlie y el también, se despidió de mi con un saludo de manos y se metió a la patrulla para ir a su trabajo.

- Así que comprando a mi padre con comida.- Bella llego a mi lado y me abrazo, yo bese su cabellera, me resultaba adorable su estatura.

- Bueno era eso o llevarlo al partido de Chicago fire en Canadá la próxima semana.- Bella golpeo mi hombro y beso mis labios, yo gustosa le acepte el beso.

El viaje al instituto de Forks fue corto, ambas cantábamos las canciones que sonaban en la radio, me gustaba estar con Bella, todo fluía de manera espontanea, es como si ella conmigo hubiera salido de la burbuja que la protegía, con mis hermanas compartía mucho, Bella ahora era una chica de carácter, con confianza en si misma, y aquello me agradaba.

Al llegar al instituto, pude divisar a los Cullen, estaban todos, y los demás estudiantes al ver mi auto entrar al estacionamiento y quedar al lado de el de mis hermanas comenzaron a murmurar, baje del auto y Bella también uniéndose a mis hermanas saludando a las tres, tome su mano y enrede mis dedos con los de ella. Estábamos frente a los pálidos, estábamos a 22 de marzo, por lo que la primavera se notaba y eso significaba que habrían días en los que no vería a esos pálidos, en Forks, últimamente estaba saliendo mucho el sol, mejor así, quería que se fueran de este pueblo.

- ¿Que harán para celebrar sus 6 meses de novias?.- Tessa miro a Isabella y ella se sonrojo al instante.

- Entregarle tu virginidad es una buena opción cariño.- Alisson tomo el brazo de mi novia y le guiño un ojo, logrando que Bella se sonrosara mas.

- Dejen tranquila a la chica, su corazón esta a punto de salirse de su pecho.- Ariadna como la más madura de las hermas salió en defensa de mi novia y se lo agradecí, sabia que Edward Cullen estaba escuchando todo.

Tome a Bella de la cintura y ambas caminamos mas rápido a nuestra primera clase, Artes, ambas entramos al salón de clases y nos sentamos en nuestro lugar habitual. Bella se saco su chaqueta y yo la ayude, cuando estuvo lista bese la punta de su nariz y ella la arrugo, mi novia era adorable, nos sentamos en nuestros asientos y el profesor entro junto a los alumnos, un chico musculoso tomado de la mano de una rubia que parecía modelo, ojos dorados, Emmett Cullen y Rosalie, por lo que pude escuchar de los pensamientos de Bella, mi novia ignoro la mirada intensa que le dio la rubia, era de odio puro, me miro a mi con una sonrisa burlona y yo tome su muñeca fuerte haciendo que se detuviera.

- Si tienes algo que decirle a mi novia dilo y deja de andar como una jodida cría echando miraditas.- Bella me miro con los ojos muy abiertos de la sorpresa, la rubia camino rápido enojada echando humo por la cabeza y su esposo la siguió no sin antes darle una sonrisa simpática mi novia, Emmett era el chico que mejor se llevaba con Bella.

- Ahora ella te odiara de por vida.- Bella me miro y me sonrió inocente.- Te amo Nadia.- Mi corazón comenzó a latir rápido y le sonreí besando sus labios cortamente sin que el profesor me viera.

- Yo te amo mucho más amor, hoy iremos a la reserva, con los chicos, tenemos que tratar un tema para tu protección y la de Charlie.- Le sonreí a Bella y ambas pusimos atención a la clase.

Las clases pasaron rápido y yo me encontraba caminando de la mano con Bella, ahora la atención de los alumnos del instituto estaba en nosotras en todo momento, los murmullos eran desesperantes, todos decían que ahora que Edward había llegado nuestra relación se pondría a prueba, ¿a prueba de que? Ese vampiro era la nada misma para mi.

Nos sentamos con mis hermanas que estaban esperándonos en la mesa, la cual quedaba cerca de la de los Cullen, de verdad quería que todos ellos se fueran por donde llegaron, la mirada dorada de todos estaba fija en nosotros, Bella solo reía con mis hermanas de como Alisson se atragantaba con la comida que ingería.

- ¿En que piensas Nadia?.- Bella acaricio mi cara y al instante mis hermanas comenzaron a molestar.

- En que me quiero casar contigo.- La mire fijamente a los ojos y ella se sonroso por completo, sus ojos brillaron y su corazón se puso como loco.

- No sigas con esa broma.- Bella escondió su rostro en mi cuello abrazándome, me gustaba que se comportara así, a ella no le importaba que su ex novio estuviera aquí, sus pensamientos eran un constante "me siento feliz".

- No es broma Bella, te amo de maneras que no puedo explicar, en estos seis meses me has enamorado de una forma que me encanta, toda tú me encantas, y en mis planes esta que te quedes conmigo para siempre.- Para este momento la cara de Bella ya era todo un tomate por lo que le decía y por las burlas de mis hermanas ante lo cursi que éramos.

- Estaré a tu lado toda la vida Nadia, te pertenezco en cuerpo y alma.- Bella tímidamente se acerco a mis labios y me beso toda la cara haciéndome reír y a ella también. Pude escuchar como una silla caía haciendo eco en el comedor y como una puerta era azotada con fuerza, Edward Cullen había salido echo una furia.

Quizás sería divertido tenerlo a el en este pueblo, que sufra todo lo que mi novia sufrió con su partida, por que a mi mujer nadie podía hacerla llorar.