Capitulo 10 Dolor y desesperación

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Días después…

Un viernes por la tarde, al salir del consultorio dental , Hermione quedó de verse con Malfoy, ya que él dijo tener algo importante de lo cual hablar.

Para poder acudir a su cita había recurrido a las mentiras, como ya se estaba volviendo costumbre. Con la ayuda de su madre, le inventó a su padre que su amiga Ginny necesitaba alguien que cuidara de sus hijos . A ella no le gustaba mentir, pero con su padre no tenía otra opción .

Llegó al sitio acordado y él ya se encontraba esperándola fuera de una cafetería. Al verla llegar se aproximó a ella y galantemente le ofreció su brazo, el cual ella aceptó.

—¿Y que era eso tan importante que tenías que decirme?— preguntó Hermione mientras caminaban hacia un lugar seguro para aparecerse .

—Espera ,aquí no es un buen lugar para hablar. ¿Y tú varita?— preguntó Draco, analizando su reacción.

Ella se puso nerviosa y tartamudeo antes de responder—La olvidé en mi casa.

Draco no le creía ni una palabra, pero decidió no decir nada hasta llegar a su apartamento.

Se aparecieron cerca de un callejón colindante a su destino y pronto entraron al edificio y se dirigieron a su apartamento.

—Me sorprende que tengas un apartamento si tienes una enorme mansión a tu disposición—dijo Hermione  al mirar el interior del inmueble.

Malfoy cerró la puerta tras de ella y la guío hasta su pequeña sala de estar donde ambos tomaron asiento uno al lado del otro.

—Es mi lugar secreto ,aquí vengo cuando las paredes de esa mansión me ahogan — suspiró y continúo —No me gusta estar ahí, me recuerda lo solo que estoy.

Hermione, conmovida, posó la mano sobre la suya —No estás solo, tienes a Theo, a Luna y me tienes a mi—dijo tímidamente.

El sonrió, agradecido, y prosiguió—En fin, no te traje aquí para hablar de mi ,sino de ti. ¿Qué has pensado hacer?

La joven quitó la mano de la suya y , ansiosa como siempre que se tocaba el tema,  dijo—No lo sé— respondió bajando la mirada y jugueteando con sus manos.

—Dijiste que buscarías una solución. Bien ,te estoy esperando—dijo serio.

—¿Crees que es fácil para mí? ¿Crees que no pienso en ello todas las noches antes de dormir?¡Pero que puedo hacer!

El negó con la cabeza—¿La bruja más inteligente de nuestra generación no sabe que hacer? ¿Acaso no hay autoridades adónde acudir? ¡Responde, mujer!

Hermione comenzando a sollozar, exclamó —¿Y de que lo voy a acusar? ¡Dime! ¡No tengo pruebas de sus abusos! ¡No quiero causarle más problemas a mi madre y afectar la estabilidad de mi hermano! ¿No lo entiendes?—dijo llevando las manos a su boca en señal de nerviosismo.

El abrió los ojos alarmado—¿Cuáles abusos? ¿Que te hace ese desgraciado? ¡Dímelo!

Ella negó con la cabeza llorando—Nada ,no me hace nada. Yo se lo debo, acabé con su negocio cuando les borre la memoria. ¡Es mi culpa ,mi culpa!— gritó cubriendo con sus manos su rostro.

Draco suspiró consternado y apartó las manos de la joven para mirarle a los ojos —Claro que no, no es tu culpa. ¿Me escuchas? Nada de eso es tu culpa ,tenías que hacerlo y lo sabes. Si él no lo entiende es su problema, no el tuyo.

Hermione le miró a los ojos—¿De que sirve que lo sepa si él no lo cree así?

El joven no podía creer lo que escuchaba y afectado contestó —¿Que pasó con esa mujer fuerte que se enfrentó a Voldemort y defendía los derechos de los elfos con tanto empeño? ¿Ah?—pero ella se mantenía callada—¡Díme dónde quedo esa mujer que tanto me fascinaba! ¿Dónde?

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