Capítulo 13

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Capitulo 13

Hermione llegó a su casa, con el corazón en la mano, sintiendo como este se hacía pequeño cada vez que los recuerdos de su visita con Malfoy volvían a su cabeza como golpes dolorosos.

Le dio las buenas noches a su hermano, y a su madre, para luego encerrarse en su habitación.

—¿Quién se cree que es ese estúpido? —murmuró contra su almohada mientras daba vueltas sobre su cuerpo —¡No tenía ningún derecho!

Talvez lo hace porque se preocupa por ti

Hermione sintió llegar esa vocecita fastidiosa a su mente, pero ella negó con la cabeza enérgicamente y recordó las palabras de Zabinni. El gesto blando que estaba tratando de apoderarse de su rostro, se disipó y la irá se apoderó de ella nuevamente.

Desvió su vista hacia su escritorio, y fijó su mirada en las orquídeas blancas que empezaron a aparecer en su ventana desde el día que se reencontró con Malfoy, y aún lo hacían. Se acercó y tomó una flor entre sus manos olfateando su aroma y con tristeza la depósito en su sitio.

—No caeré en tus mentiras— dijo dolida para luego acostarse y tratar de descansar.

Y aunque los eventos recientes iban y venían en su mente, después de un rato logró dormirse.

Al da siguiente después de regresar del trabajo, su padre se encontraba mirando un programa en la televisión cuando tocaron a la puerta, y la madre de Hermione se acercó a la puerta

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Al da siguiente después de regresar del trabajo, su padre se encontraba mirando un programa en la televisión cuando tocaron a la puerta, y la madre de Hermione se acercó a la puerta. Y aunque cierto miedo la invadió cuando pensó en la reacción que podría tener el hombre al ver de quiénes se trataban, dejó pasar a Harry y Ron.

Cuando se asomó y los vio, la joven corrió hacia ellos a abrazarlos y saludarlos, y aunque su padre les hizo mala cara, y no los saludó como era de esperarse, permitió que ingresaran, y Hermione al no tener otro lugar donde hablar con comodidad, los invito a su recámara.

Cerró la puerta, y ambos se sentaron en unas sillitas que ella tenía en su habitación.

Harry habló primero:

—¿Cómo estás Hermione, todo está bien? —preguntó con aire preocupado.

Ella bajó la mirada intentando ocultar su tristeza, y trató de cambiar el semblante para  demostrarles que estaba bien. Pero las miradas consternadas de sus amigos no le permitieron el engaño, y sus labios comenzaron a temblar antes de hablar.

—Estoy bien, ¿Por qué no habría de estarlo? —contestó fingiendo una sonrisa

—Vamos Hermione ¡No mientas! —la reprendió Ron sin nada de tacto, y su amigo le dio un codazo.

A estas alturas la joven ya podía ir deduciendo por dónde iba el asunto y la razón de su visita .

—Sea lo que sea que hayan escuchado…estoy bien. De verdad…

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