Capítulo 20

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Capítulo 20

Blaise sonrió maliciosamente y, sin decir nada, se hizo camino hacia la celda de nuevo. Pansy intrigada fue detrás de él.

Al entrar observó cómo la joven forcejeaba inútilmente contra las cuerdas que la sujetaban. Se rió divertido y se sentó en cuclillas frente a ella, la observó por varios instantes y finalmente sacó la varita del bolsillo de su saco. La joven se tensó al ver ese movimiento y su corazón comenzó a latir muy fuerte y su respiración se volvió pesada.

Blaise jugueteaba con su varita y Hermione solo podía mirarlo con profundo pánico; temerosa de mirarlo directo a los ojos bajó la mirada, no obstante, y pese a que su corazón latía tan fuerte que sentía que se le iba a salir del pecho, se llenó de valor y lo miró desafiante.

—Mi querida Granger, te tengo en mis manos y ni siquiera Malfoy podrá salvarte.

—Por favor, si vas a matarme, hazlo ya… no prolongues mi agonía.

Él acercó su pulgar al rostro de la joven y limpió una lágrima traicionera que ni siquiera ella se había dado cuenta que había derramado.

—Estás temblando de miedo. Me gusta que me teman.

—Por favor…

—Tus súplicas no me convencen.

—Oh, por favor. Hazlo ya —apremió Pansy y Blaise la ignoró.

De un momento a otro, Blaise tomó a la chica de la nuca y la arrojó al suelo donde su cabeza golpeó duro y sangre emano de su frente. Sintió miedo, miedo de morir allí, tanto miedo que ni siquiera el dolor que se propagaba en su cabeza la podía distraer. Su pulso se aceleró al ver cómo Blaise se acercaba y la levantaba de los cabellos con rudeza haciendo que un gemido de dolor escapara de su dolorida garganta.

Estaba totalmente segura de que eran sus últimos segundos de vida y más segura lo estuvo cuando Blaise apuntó su varita a su rostro. Instintivamente cerró los ojos con fuerza, no queriendo ver los rostros satisfechos de sus captores, dejó de luchar y se rindió a su destino. Solo esperando por el hechizo que acabaría con su vida. Pasó un segundo y luego otro y otro y nada llegó.

Con el miedo a flor de piel abrió los ojos de golpe y se encontró con la fría mirada de Zabini, quien aún mantenía la varita frente a su rostro mirándola con una enigmática sonrisa y una especie de triunfo sádico.

¿Qué pensarían su madre, su hermano, sus amigos y Draco?

La sola idea de nunca volverlos a ver hizo que las lágrimas comenzaran a arder en sus ojos y amenazaron con salir nuevamente. Nunca escucharía sus voces de nuevo, sus risas, sus conversaciones y todos esos momentos que siempre había atesorado en su mente.

Dejó salir un largo suspiro y Blaise, ya cansado del juego, lanzó el hechizo que Hermione estaba esperando, solo que en vez de  escuchar la maldición  asesina, escuchó algo completamente diferente y, cuando su cerebro pudo comprender qué era lo que pretendía hacer, ya era demasiado tarde; su mente fue tomada por completo. A pesar de que trató de defenderse, ya no tenía la fuerza suficiente para luchar. De repente todo a su alrededor se volvió negro y cayó el suelo con un ruido sordo.

….

—¿Pruebas? ¿A qué pruebas se refiere, señor Potter? —cuestionó con interés el fiscal.

Harry sacó de su túnica su teléfono modificado donde podía verse un video que un vecino entrometido tomó y donde se veía claramente  que el hechizo asesino provino de otro lugar y no de la varita de Malfoy.

Harry miró a Draco con una arrogancia no propia de él, al mismo tiempo que la corte estalló en diversas reacciones. El juez, temeroso de perder el control, azotó su mazo en varias ocasiones sobre su escritorio y a Draco le pareció que esos golpes incluso sacaron chispas.

—¡Orden! ¡Orden en el tribunal!

El tribunal se fue calmando gradualmente, sin embargo, el fiscal no estaba del todo convencido, así que pidió analizar la evidencia e interrogar al muggle en cuestión. Se acercó al juez y a Potter mientras Draco sentía una emoción en su estómago, respiró hondo tratando de controlar el temblor de sus manos, pese a eso aún seguía temblando, no sabía qué pasaría con él, pero al menos las cosas estaban mejorando.

El juez se llevó una mano a la barbilla, miró al acusado, luego a su testigo y posteriormente se volvió hacia el fiscal y el tribunal.

—Esta información nueva que nos proporciona el señor Potter arroja nueva luz a este caso. Información que deberá ser investigada a conciencia —anunció e hizo una pausa escuchando al tribunal murmurar—. De acuerdo a la ley y a lo que hemos escuchado hoy aquí, nos reuniremos mañana y tomaré mi decisión —dictaminó, dando un golpe final con el mazo para después levantarse y salir por la puerta por la que había entrado.

El abogado de Draco le dio unas palmaditas en la espalda y le aseguró que las pruebas que había presentado Potter lo ayudarían bastante, Draco asintió sin mucho ánimo, pues lo único que le importaba era saber qué había pasado con Hermione y por qué Potter estaba tan tranquilo en lugar de estarla buscando.

Harry se puso de pie, caminó por el pasillo y pasó cerca de Draco; se miraron y sostuvieron un leve sentimiento de cabeza como una forma de agradecimiento por haberse tomado la molestia de buscar información que lo ayudara.

Por otro lado, un pensamiento superficial llegó a su mente: tendría que pasar una noche más en esa apestosa celda de detención y en verdad esperaba que fuera la última.

Los guardias, que todo ese tiempo habían estado a los costados de Draco, lo tomaron de los brazos ayudándole a levantarse y a llevarlo de vuelta a su celda.

....

¡Hola,mundo!
He vuelto con un nuevo capítulo, espero todavía haya alguien que me lea.

¡Nos leemos pronto!

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⏰ Última actualización: May 29 ⏰

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