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chapter 5

Luffy estaba más que agotado, aún si era conocido por ser un chico con una gran energía ahora mismo no era así, ver a su hermano en esa cama le partia el corazon, según el tipo con cabeza de piña, su hermano al parecer se veía con mejor semblan algo, el no lo entendía pero si eso estaba bien entonces se sentiría más tranquilo, por otra parte estaba que ardía en ira, odiaba a la persona que lastimo a alguien importante para su hermano y al usuario de la mera mera no mi, era imperdonable, el consideraba a sus nakamas como familia y si su hermano el cual desde niño dijo que no tendría capitán ni seguiria órdenes de nadie ahora está bajo una bandera y un capitán era por que estás personas se ganaron un buen espacio en el corazón de su adorado hermano mayor, si era así entonces tendría que hacerse más fuerte, no solo para proteger a sus nakamas, si no también para patearle el trasero al desgraciado que oso tocar a la familia de su hermano, estaba mirando el extenso mar en la cubierta del Moby Dick, podía observarlos convivir, apretó los puños, esas personas hicieron algo que hasta a él le costó hacer, que el pecoso les diera confianza, además ellos lograron algo que el no pudo, que su hermano estuviera bajo una Jolly Roger, a ellos también los protegería, no quería ver a su hermano sufrir por la perdida de sus ahora nakamas y familia, pero no sabía cómo hacerse más fuerte, estaba atrapado según ellos bajo el mar.

Al principio se sintió emocionado al salir y comprobar lo que le dijeron, pero luego se dió cuenta de que estaba allí, atrapado, hasta quien sabe cuánto tiempo y sin sus nakamas, no sabia si estaban heridos o si se sentían solos o tal vez si estaban, no el no podía desconfiar de sus nakamas de esa manera, sabía que eran fuertes, suspiró un poco para sobarse la cabeza, nunca en su corta vida tuvo que pensar tanto, vaya milagro que su cerebro no se haya recalentado, rio por ello y siguio mirando el basto mar, era curioso, desde que llegó al lado de su hermano a tenido suyos algo raros, sobre todo de un hombre con unos ojos igual de hermosos que el mismo mar, sentía curiosidad de ver cómo era la persona con la que hablaba en sus sueños, aquella que decia que aún no era tiempo, que debia esperar.

Izo observaba como el niño estaba sumergido en sus pensamientos, sonrió con ternura, aunque ace les llegó a obligar escuchar sobre su hermano menor hasta sangrar por los oídos, sabía que todos estaban contentos de conocer al menor, por más de que no fuera la mejor manera de conocerlo sabía que cuando ace despertara se pagaría al chico como sanguijuela, mientras tanto tenían que aprovechar para poder acercarse al muchacho de sombrero de paja, se acercó a el y se recostó a su lado en la barandilla.

- es hermoso no - hablo izo mientras miraba el mar que los rodea - dentro de poco llegaremos a la isla gyojin, te encantará.
- jio...lio... ¿Que cosa? - trato de pronunciar luffy con curiosidad.
- gyiojin, son como nosotros los humanos, solo que ellos pueden respirar bajo el agua y tienen apariencia de algún ser marino - explicó izo lo más tranquilo que pudo.
- entonces son seres misteriosos - concluyo luffy mientras asentía - quiero verlos con ace...
- los verás, está mejorando de a poco... Sabes tú hermano se la pasaba contándonos de ti todo el tiempo - rio izo mientras le comentaba al chico.
- ¿Enserio? Ese idiota... Ya le dije que no soy un llorón - hablo luffy con un puchero, izo lo miro sorprendido y luego rio.
- al contrario nos dijo que eras un gran chico, si lo vieras, parecía un poeta, diciendo "mi hermano es tan lindo lastima que sea un idiota imprudente" y seguido de ello decia "sabes recuerdo la vez que" y se la pasaba hablando todo el dia de ti... Están contentos de conocerte luffy, no en estas condiciones pero aún así nos alegra - hablo izo suavemente con una sonrisa.
- shishishishi, a mi también, mi idiota hermano mayor por fin consiguió una familia además de mi y de... - se puso Luffy, negó con la cabeza y volvió a reír.

Ambos se la pasaron hablando por un rato hasta que luffy se despidió y volvió junto a su hermano quien seguía durmiendo, eran buenas personas, con más razón sintió ganas de proteger lo que ahora es de su hermano, recostó la cabeza y lo observó.

- si no te despiertas acabaré con toda la comida del barco... Tonto ace - hablo luffy triste para luego caer dormido.

Aunque no lo supiera, su hermano siempre lo escucho, incluso antes de llegar escuchó tantos llantos de sus hermanos pero no era capaz de abrir la ojos, se sentía tan débil y agotado, no lo entendía por qué según sabía era un usuario tipo logia, pero el destino aveces es una mierda, por lo menos sabe que thatch estaba bien, ahora solo tiene que despertar para salvar a sus nakamas de su hermano menor que es un agujero negro además de poder preguntarle a su hermano la razón del por qué su voz se sentía tan apagada, esas cosas eran las primeras de su lista para cuando despertara.

Luffy ya no le parecía extraño qué cada vez que se dormía terminaba en este lugar, al principio le hubiera molestado estar solo y en la oscuridad, ahora no por qué sabía que había una persona en ese lugar tan misterioso y divertido para el, cada vez que llegaba lograba observar esos ojos azules como el mar y de un brillo que fácilmente se le confundiría como unas hermosas joyas, se sentía tranquilo cerca del hombre, aún no conocía su nombre, según el no era necesario que podía llamarlo como quisiera, asi que el le dice aveces el tipo raro de las sombras solo para molestar, pero luffy no se rendiría hasta saber cuál era el nombre de aquella persona.

- está vez te has dormido antes - dijo el hombre de ojos como joyas.
- mmm estaba cansado... No sé dónde están mis nakamas, ni siquiera sé cómo están... - hizo una nueva de disgusto luffy.
- no te preocupes, están bien - dijo el hombre con tranquilidad.
- y tú cómo sabes eso - se cruzó de brazos luffy mientras su cabeza caía de lado con intriga.
- jajajaja... Solo lo sé mocoso - cerró los ojos el individuo.
- viejo, cual es tu nombre, quiero saberlo - insistió de nuevo luffy causando que el hombre suspira en desesperación.
- este chiquillo... Con hacer pucheros no lo lograrás luffy así que saca esa idea de tu cabeza - dijo el con burla
- Aeneas... Mi nombre es Aeneas así que no moleste más.
- ¿Aelas? - pregunto luffy.
- para que lo querías si no te lo ibas a aprender - hablo exasperado Aeneas.
- shishishishi lo siento - rio luffy mientras molestaba al hombre.

Por más que pareciera extraño luffy cerró los ojos allí tratando de descansar, Aeneas observaba al chico, aunque fuera joven e inmaduro, el muchacho tenía una gran responsabilidad y una corona que tomar, recordó como en el pasado su pueblo lo amaba y el los amaba, solo para terminar traicionado por esos reinos, prometió que volvería para devolver la libertad a su pueblo, pero nadie era un buen recipiente para heredar su inmenso poder, solo ese niño fue apto, aunque parecía débil y escuálido el vio todas esas hazañas que hizo, el chico era la libertad hecha en persona, Aeneas se estaba encariñando con el muchacho y lo sabía, pero pronto tendría que revelarle secretos para que el chico este preparado para la guerra que se avecinaba, observo la llave que tenía en sus manos, aún no era el momento, solo un poco más.