---Perspectiva de Tanjirou---
Hace meses que decidió irse de la finca mariposa, alejarse de ahí antes de que aquel oji-azul fuese y le dijera mil pretextos y escusas para justificar lo que sus orbes rojizos vieron.
No quería escucharlo, era débil, sabía perfectamente que si se quedaba a oírlo, lo perdonaría, tanto así lo amaba. Era más el amor que sentía por el azabache que el que tenía por si mismo, por eso optó por alejarse, dejar pasar un tiempo y si podía superar ese inmenso dolor que le provocó su primer amor, talvez volvería de nuevo a lado de sus amigos.
La casa de Shinobu había sido el lugar donde se ha estado ocultando desde entonces. Confía en que sólo ella y sus amigos sabrían donde está, no le preocupaba que hubiera una visita inesperada de alguien a quien sinceramente antes se moría por ver, ahora no le apetece volver a ver jamás.
No ha tenido tiempo siquiera de pensar en lo que pasó hace meses en la finca del agua, sus misiones se intensificaron al ser puesto a cargo de cuidar del distrito.
Noche tras noche recorre las calles aniquilado a los demonios que acechan en la oscuridad, cargando siempre en su espalda la caja donde duerme su pequeña hermanita.Oyakata-sama se a visto complacido con el trabajo del pelirrojo, los índices de ataques por parte de demonios han bajado según los reportes que obtiene de los ministros del distrito.
Kamado ahora se encuentra en la residencia de Kochou, más en específico en el jardín, entrenando con la espada. Hace media hora que sus amigos se habían ido, después de venir a visitarlo, por lo que no tuvo tiempo de entrenar, siendo que cada vez que ellos vienen, siempre termina paseando por el distrito o divirtiéndose con sus tonteras.
Ahora que por fin se habían ido, pudo retomar el entrenamiento, mientras que dentro de la casa su hermana dormía en una de las habitaciones que había adaptado para ella.
Tan concentrado en blandir la espada correctamente, que no notó cuando una figura se acercó al umbral de la puerta, viendo detenidamente los movimientos del pelirrojo con la espada.
"Relaja más los hombros. Están tensos." aconsejó una voz que no seguidamente solía escuchar.
Kamado volteo sorprendido, viendo a su compañera con el broche de mariposa que lo veía con una sonrisa.
"Kanao" murmuró el pelirrojo.
"Si no relajas más los hombros, te cansarás más rápido." dijo la oji-lila acercándose al menor.
"Kanao, ¿qué haces aquí?." cuestionó el pelirrojo.
"Quería ver como te iba, también a traerle un regalo a Nezuko-chan de parte de Kanroji-san." dijo la azabache mostrando una bolsa llena de broches y accesorios para el cabello.
"waa~ Nezuko estará feliz." sonrió ampliamente el pelirrojo.
"Me alegra verte contento, pensé que-" calló al darse cuenta de la indiscreción.
"Aún me duele lo que pasó, pero me esfuerzo cada día para dejar atrás todo eso. Ahora lo que me importa es curar a Nezuko."
"Él no a dejado de ir a la finca, siempre me pregunta a mi o a Zenitsu o Inosuke por ti."
"No le han-."
"No."
"No sé para que me busca, no debería estar feliz de que ya no estoy." musitó el pelirrojo." Ahora puede estar a lado de Sabito-san, como siempre quiso"
"No estoy segura, yo lo vi desesp-."
"No quiero seguir hablando de él, Kanao." interrumpió el ojicarmín.
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One-Shot - All x Tanjirou
Fanfictionpequeñas historias desarolladas entre Tanjirou y los pilares. Au's Modernos o época de cazadores.