One-Shot - All x Tanjirou

Nada es lo que parece [GiyuuTan Fem]

Ya sé... Giyuutaaaaan. cambiale.

Si alguien sabe sobre alguna historia de Spy x Family donde Loid engañe a Yor con Fiona creyendo que ésta es Yor por haberse disfrazado, y que Yor al terminar con éxito la operación Strix se vaya dejando en un profundo dolor a Loid. Avísenme si saben de alguna

leve mención de RenTan (unilateral)

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Le dolía tanto que su padre no aprobara su matrimonio con el hombre que ella había elegido para compartir su vida. Giyuu era lo que ella había deseado pese a que no era alguien de su mismo nivel de clase social, un hombre que la amara sinceramente por lo que era y no por el poder que podría obtener de su familia, que la hacía sentir todas aquellas emociones que su hermana mayor, Nezuko le contaba cuando ésta conoció a su actual esposo, Genya.

La sensación de mariposas en el estomago, que tu corazón lata desbocado como si quisiese salir de tu pecho, el calor en el rostro, el brillo intenso en los ojos, la ilusión del primer amor, todo aquello lo había experimentado con Giyuu, aquel azabache de piel nivea y orbes azules, llenos de misterio, y a la vez de una profunda tristeza.

Lo había conocido el mismo día de la boda de su hermana, cuya ceremonia se había llevado a cabo en la finca del hermano mayor de su prometido, Sanemi Shinazuwaga.

El pelinegro era un empleado humilde que trabajaba cuidando a los caballos pura sangre que el albino gustaba de coleccionar y montar.
La pelirroja se había perdido al tratar de encontrar un baño cercano, pues había derramado un poco de vino tinto sobre su hermoso vestido, y dado que era la madrina de enlace, debía estar presentable.
Que vergüenza para ella y su hermana presentarse así.

Caminó por varios minutos por la finca, y no pudo encontrar el dichoso baño, además, ya no reconocía el lugar por donde estaba caminando y al tratar de regresar sobre sus pasos quedó más perdida que antes, sólo supo que estaba en los establos donde abundaban hermosos caballos. Quiso llorar de frustración, no encontraba a alguien y la ceremonia estaba a nada de comenzar, ella debía estar presente, acompañando a su hermana, colocando el lazo de Unión en ella y Genya.

Se sentó en una vieja banca que había en el establo, tapando su rostro con sus delicadas manos, una que otra lágrima se derramó sobre su mejilla, a nada de arruinarle el maquillaje.

Sollozo quedito, sintiendo frustración por ser tan tonta, se decía a si misma que debía preguntar primero antes de encaminarse ella sola, el lugar no era igual que su casa.
Las manos en su rostro no le permitieron ver a la persona que desde la penumbra del establo le observaba con curiosidad.

Giyuu se encontraba trabajando como todos los días en el establo, su deber era mantener en perfectas condiciones el lugar así como del aseo de los caballos. Día tras día terminaba con su ropa llena de suciedad, uno que otro golpe debido a caídas al resbalar por accidente, y aunque el pago era por debajo de otros, le servía para cubrir alguna necesidades de su igualmente humilde casa, aquella donde el frio del invierno y calor del verano se filtraban por las hoyos en las paredes, las cuales eran de lámina y cartón.
Lugar donde lo esperaba su hermana mayor, Tsutako, quien tras un accidente cuando él era niño, quedó con ceguera parcial en su ojo izquierdo, imposibilitando el que siguiera trabajando.

Él decidió comenzar a trabajar, pese a que era menor que ella, era el hombre de la casa, y debía ayudarle a su hermana, la mujer que se hizo cargo de él después de la muerte de sus padres.

Consiguió trabajo en la finca de los Shinazugawa, y aunque era poco lo que ganaba, siendo él y su hermana únicamente, no debía preocuparse, aunque si debía ahorrar algo para la medicina que ella ocupaba.