One-Shot - All x Tanjirou

Lo Extraño Tanto |Giyuutan|Tankana|

Au:Cazadores.
Giyuu: Omega
Tanjirou: Alfa
Inosuke: Alfa
Zenitsu: Omega
Kanao: Omega
Nezuko: Alfa
Uzui: Alfa

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Cuando Giyuu conoció a Tanjiro, jamás se imaginó que aquel mocoso con agallas como para tirarle una Acha a la cabeza fuese su Alfa destinado.

Sobretodo porque ese chiquillo del cual lleva siendo pareja desde hace 6 meses no se comporta como un Alfa.
Siempre está pegoteado a él.  Es como si el pelirrojo fuera el Omega de esa relación.

Llegando a ser incluso molesto para el pelinegro, no niega que le encanta tener al menor entre sus piernas arremetiendo contra su cuerpo, es un deleite para él sentirlo dentro, llenándolo con su semilla, porque ¡Dios¡ Qué bien lo hace ese niño.

Pero la manera tan infantil en la que se comporta, como siempre está a un lado de él abrazandolo, tocando su cabello, poniendo pequeñas flores entre sus mechones negros.
Siendo de esa forma, incluso cuando están en una misión, donde deberían ser discretos y no llamar la atención, el pequeño Alfa gritara de emoción en cuanto sus ojos hagan contacto con algo que nunca había visto.

Quisiera darle un golpe en la cabeza para que se comportara, pero la naturaleza de un Omega es ser sumiso y respetuoso ante su Alfa, por lo que reprime ese impulso y se deja hacer por el pelirrojo, pero una vez que han llegado a una de las casas Wisteria, tomando una habitación para descansar después de recorrer el pueblo en busca de algún demonio, Giyuu le dejó saber al oji-rubí lo exasperante que es.

— Giyuu-San, siento mucho mi actitud esta mañana.— se disculpó el menor, manteniendo su mirada hacia el suelo.

— Fuiste irritable, eres un Alfa y te comportas como un niño.— grazno el pelinegro.

— Yo prometo ser un mejor Alfa, alguien digno de estar a tu lado.— el pelirrojo quiso tomar las manos de su Omega, pero este las quitó de inmediato.

El pelinegro soltó un profundo suspiro, antes de centrar su mirada en el pelirrojo.— Tanjirou, creo que nos adelantamos cuando decidimos estar juntos. Aún eres un Alfa cachorro, inmaduro e infantil, que se enamoró del primer Omega que te abrió las piernas.

— Giyuu-San, yo..

— No creo que este sea el momento de tener una relación, tu no estás preparado aún para ser Alfa de alguien, para ser mi Alfa.— Giyuu hablaba con un tono serio y severo, realmente distinto al tono de voz de un Omega.

— Yo..—. Quería decir algo, decirle que podía ser mejor, llegar a ser un gran Alfa que pueda proteger a su Omega y cachorros pero, las palabras quedaban atascadas en su garganta, junto al nudo que se empezaba a formar.

— Será mejor que terminemos, Tanjirou.

Tanjirou abrió los ojos de par en par al escuchar esas palabras salir de Giyuu, quien sólo desvío su mirada hacía un lado, evitando la mirada de aquel Alfa al que le destrozó el corazón.

Por unos segundos Tanjirou se quedó estático, inmóvil, sin saber que hacer o decir, hasta que optó por no seguir atosigando al Omega.

Sonrió, antes de dedicarle una mirada  cálida al oji-azul.

— Yo no me enamoré del primer Omega que me abrió las piernas, Giyuu-San.  Me enamoré del Omega que me ayudó cuando creí haber perdido las esperanzas, cuando mi familia fue asesinada y mi hermana convertida en demonio.  Me enamoré del Omega que salvó mi vida en aquella montaña, cuando me enfrenté a esa luna demoníaca.  Me enamoré del Omega que ofreció su vida por mi hermana frente a los pilares.  Me enamoré de ti y de nadie más.