Makomo recogía con sumo cuidado cada pedazo de vidrio roto, asegurándose de no dejar ni un solo trozo que pudiera lastimar las patitas del perro de raza Akita Inu, el cual le había regalado Ayumi a su esposo Sakonji en su cumpleaños número 50.Sabito trataba de calmar a su abuelo pues este iba de aquí a haya, lanzando improperios al aire, mientras era seguido por su perro que parecía notar lo mal que se encontraba su dueño.
"Oi! Tanjirou." Zenitsu se acercó hasta su amigo quien re leía la nota." ¿Por qué Urokodaki-san rompió la botella? ¿Qué pasó?.
Kamado no respondió, sin mirar a su amigo extendió el pequeño papel hacia él. Zenitsu frunció el ceño, miró al oji-carmín y luego a la pequeña nota, la tomó en sus manos y procedió a leer su contenido.
Uzui escupió su bebida en cuanto escuchó las palabrotas que su rubio soltaba mientras manoteaba enojado.
"Ese idiota realmente no tiene vergüenza, mira que tener el descaro de mandar esto como si nada pasara." Zenitsu rompió en pedazos la nota, tirandolos al suelo para luego escupir.
Se arrepintió cuando miró a su izquierda, Makomo recogía los pedazos de vidrio colocándolos en una pequeña cesta, rápidamente recogió lo que tiró." Tú como estas? ¿cómo te sientes?." preguntó pensando que talvez su amigo se pondría triste.Kamado sólo alzó los hombros con indiferencia, realmente ya no le importaba lo que Giyuu hiciera, él lo había sacado de su vida sin miramientos, entonces él haría lo mismo.
"Me preocupa Urokodaki-san, no quiero que por culpa del idiota se ponga mal." respondió desviando su mirada en dirección del anciano que seguía con el ceño fruncido mientras Sabito lo calmaba.
Zenitsu suspiró aliviado, sintiéndose feliz de que su amigo esté bien y no triste. Sólo deseaba que ese tonto rubio se anime antes de que otro le gane. Ambos amigos escucharon al anciano acercarse mientras era seguido por Sabito y el perro.
"Dame eso hija." pidió el mayor, quitándole de las manos la cesta con los pedazos de vidrio.
Miraron atentos como éste los echaba de nuevo en la caja donde venía la botella, arrancó una hoja de la pequeña libreta sobre la mesita del centro, escribió algo rápido y la colocó dentro, cerró la csja sellandola con cinta para después entregárselo a Sabito.
"Toma, hazme el favor de regresarlo." pidió caminado hacia la cocina.
El pelidamasco miró a Makomo, ella sólo sonrió y asintió, yendo detrás del mayor. Sabito suspiró para después salir de aquella casa, con suerte aún alcanzaba al repartidor. Estaba a punto de abrir la puerta cuando ésta se abrió abruptamente, golpeandolo en la nariz.
"Vaya, deberías tener más cuidado niño." se burló Muzan al ver al pelidamasco sujetando su nariz sangrante.
Sabito se tragó cualquier maldición hacia el mayor.
"L-lo tendré en c-cuenta, Muzan-sama." se inclinó con respeto para después pasar por un lado y salir.
"Sabito-kun, ¿Ya te vas? Ya acabó la fiesta?." preguntó Yoriichi, se había quedado atrás a estacionar bien el auto.
"No señor, aún es temprano, yo en momento regreso." dijo retomando su camino.
El pelirrojo alcanzó a su pareja que lo esperaba en la puerta.
"¿Dónde estará nuestro hijo?." preguntó Yoriichi viendo a todos lados.
Muzan escaneó el sitio con mirada filosa, realmente detestaba este tipo de reuniones a menos que fuesen de su familia, pero sabía soportar por su esposo e hijo.
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One-Shot - All x Tanjirou
Fanfictionpequeñas historias desarolladas entre Tanjirou y los pilares. Au's Modernos o época de cazadores.