Tu culpa > ( Emociones Encontradas ) 8

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Sabi>Giyuu   -   Giyuu>Tan

¿? x Tan.

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Urokodaki dedicó su vida entera en ser cazador de demonios, se limitó a cumplir las órdenes, eliminar a todo demonio que amenazara la paz de cualquier familia, hacer que la muerte de gente inocente disminuyera lo más posible.    Nunca tuvo la necesidad de encontrar una pareja, sentía que le dejaría de lado pues su trabajo requería su total atención, ni hablar de hijos, la preocupación de que algo les pasara influiría en su desempeño y no estaba dispuesto a cometer errores que costara la vida de inocentes.

Formó una coraza de acero en su interior, cualquier cosa que alejara sentimientos o emociones innecesarias, eso hasta que se retiró y comenzó a entrenar jóvenes para ser cazadores.
Cada uno de ellos supo entrar en su corazón, aunque él no lo deje notar, cada niño que pasó frente a él fue uno que no volvió a él una vez que se fueron a la selección final.

Dolía cada vez que un chico llegaba a sus manos, porque sabía que por más que le enseñara, el destino siempre tiene deparado algo diferente a lo que uno desea.  Inclusive ese dicho tenía sentido en ese entonces.

"Uno hace planes, y Dios se ríe de ti"

Cuando Sabito llegó a él, fue porque su familia entera había sido asesinada por un demonio, y su padre había defendido con su alma a su familia.  Sabito había resultado herido cuando quiso apoyar a su padre, aún cuando éste le había dicho que huyera.  Un amigo de Sakonji, también retirado de los cazadores fue quien lo llevó hasta él, un Sabito de 12 años, con sus ojos rojos de tanto llorar, un parche en su mejilla que cubría su herida, temblando ante lo visto y vivido horas antes.

Sakonji supo que éste niño tendría talento para convertirse en su sucesor, apenas y se recuperó de sus lesiones tomó la espada y empezó con la práctica.  Fueron meses de arduo entrenamiento y aunque veía potencial, no se sentía seguro de enviarlo a la selección final.
Un año después llegó hasta él Giyuu, quien después de perder a sus padres por una extraña enfermedad quedó bajo el cuidado de su hermana, quien sin dudarlo dio su vida por él aún cuando un día después estaba a punto de casarse.

El pequeño pelinegro fue peor que cuando Sabito, no hablaba, su mirada estaba apagada, y en las noches le oía llorar hasta quedarse dormido.
Por más que le insistía en unirse al entrenamiento el niño simplemente declinaba y se iba dejando al mayor con la palabra.   No fue hasta que un Sabito harto de los desplantes del menor hacia su sensei, le hizo encarar al chico y decirle un par de cosas que hicieron al chico recapacitar de su actuar, y por decisión propia tomó la espada, uniéndose al entrenamiento.

Ese par se ganó el cariño de Sakonji, entraron muy en el fondo de su corazón y aunque deseaba negarles la oportunidad, ver la esperanza en esos dos pares de ojos, azul y lavanda, brillando con determinación, no pudo más que simplemente dejarlos ir y rogar a todos los dioses porque volvieran a él.
Fue una emoción tan grande ver a ese par llegar a su cabaña, heridos y con algunos huesos rotos, pero vivos al fin y al cabo.

Ellos rápidamente ascendieron gracias a sus capacidades y tomaron el puesto de Kanoe, Sabito más arriba que Giyuu.
Fue una sorpresa para el hombre cuando los dos se plantaron frente a él, se tomaron las manos y con mirada segura y fiera le hicieron de su conocimiento su relación, y aunque lo descolocó al principio, los quería como a sus hijos y aceptó su relación.

One-Shot - All x TanjirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora