Un clavo no siempre saca otro clavo ● SaneTan ● 6

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Sabi<Giyuu)  ●  ●  (Giyuu>Tan

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Sanemi no se sentía bien haciendo eso, siempre es de los que trabajan y no piden prestado, pero lo necesitaba, después de rechazar el dinero que el pelirrojo le había dado, alegandole que no necesitaba su ayuda, y por más que el pelirrojo insistió, el albino no aceptó.

Ahora, miraba a su rubio compañero, ese cuya quincena se va en llenar su estómago de comida que bien serviría para alimentar a un batallón, pero que ahora deberá abstenerse de comer tanto.

'Una papa menos no te haría daño'  pensó el de cicatriz al ver a Rengoku comer de dos bentos distintos mientras gritaba extasiado "Umai"

Soltó el aire y se acercó a su amigo, estando a punto de hablar saltó hacia atrás cuando el rubio volvió a gritar.
Una pequeña vena se le formó en la frente.

"Oe.  " tomó el hombro del rubio y lo giró sobre su silla.

"¡UMAI!." Rengoku gritó a todo pulmón, mientras sus orbes rojidorados brillaban.

"Si si, como sea..  Prestame dinero." extendió la mano hacia el mayor.

Bueno, la delicadeza no es lo suyo.

"Por supuesto, amigo.. Hahahaha." rió enérgico a la par que sacaba su cartera." 100,000 ¥ estarán bien?.

El albino asintió, recibió el dinero y con un 'Luego te lo pago' dirigido al rubio, regresó a su escritorio, de nuevo hizo cuentas.

Todo esto sin pasar desapercibido por un azabache, quien miró extraño a su compañero.

Sanemi terminó de hacer cuentas y rápido tomó sus cosas para irse a casa, recordándole de nuevo al rubio que se lo pagaría, éste sólo sonrió y negó haciendo una ademán con la mano 'no te preocupes' se entendió.

Llegó al estacionamiento y se dirigió a su auto, estaba a punto de subir cuando vio a su hermano y al pelirrojo caminar por el estacionamiento hacia la salida.
Apenas iba a hablarles cuando vio algo que le 'molesto', y no sabe por qué..

Vio a Genya pasar su brazo sobre los hombros del pelirrojo acercándolo a él, vio al menor recargar su cabeza en el pecho del mayor, vio como su hermano acariciaba de arriba a abajo el brazo del ojicarmín.

Apretó los puños y azotó la puerta del auto con fuerza, caminó hasta ellos dando fuertes pisadas, mientras un aura negra lo rodeaba.
Ambos amigos iban inmersos en lo suyo hasta que algo o alguien se  atravesó en su camino.  Genya levantó su vista y casi sale corriendo al ver a su hermano con una sonrisa maniática.

Sanemi no alcanzó a hablar cuando reparó en el pelirrojo, entonces se dió cuenta que éste estaba llorando, y su hermano parecía consolarlo.
Estuvo a punto de hablar cuando un par de brazos le rodearon la cintura, Kamado se había lanzado a abrazarlo,  y él no perdió un segundo en corresponder a ese abrazo.

Lo estrechó entre sus brazos sintiendo la calidez de éste, no le importó estar en medio del estacionamiento, tampoco la mirada sorprendida de su hermano, sólo tenía cabeza para el pelirrojo entre sus brazos, quería estar más tiempo así, pero su hermano carraspeó cortando el momento entre ambos.

Genya tembló al recibir una sería mirada de su aniki.

Sanemi reacio se separó lentamente del pelirrojo aún sin soltarle del todo.
El menor hipeó un par de veces, de contener las lágrimas que salían sin su permiso.
Para sorpresa de Genya, su hermano limpió con ternura el rastro de lágrimas en las mejillas del menor.

One-Shot - All x TanjirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora