Perdóname [ Adiós Amor ] Giyuu>Tan | GiyuuShino | RenTan

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La boda había sido totalmente romántica, de ensueño para la oji-amatista.  Por fin estaba casada con el pelinegro, él la había elegido a ella, y había abandonado a ese pelirrojo.

No podía estar más feliz.

Giyuu le sonrió, dándole un tierno beso en los labios rosas que lo habían enamorado.  Estaba feliz de compartir su vida a lado de esa bella mujer, estaba seguro que con ella tendría la felicidad que tanto deseaba, esa que alguna vez tuvo con el oji-carmín pero que terminó por agotarse.

Entre los invitados, una joven de broche de Mariposa veía la escena, triste por su amigo, y enojada con su hermana, por haberse atrevido a meterse en una relación.
Ella junto a Kanae intentaron persuadirla, hacerle ver que el construir un sueño a base del sufrimiento y dolor de otros nunca duraría, y quien más sufriría sería ella, pero la mujer era terca, y estaba empecinada en seguir con su juego, causándole daño a quien nunca se metió con ella.

Era su hermana, y por mucho que le doliera, estuvo ese día con ella.
Kanae se mostró renuente a ir, prefiriendo irse de viaje junto a Sanemi, su esposo, quien también estaba enojado con el idiota de Tomioka por haber engañado y dejado a Kamado.

No todos los amigos de ambos asistieron ese dia, la mayoría estaba en contra de lo que ellos iban a hacer, y no quisieron ser participes de sus mentiras.  Ni siquiera Sabito, el mejor amigo de Giyuu, y a quien éste consideraba un hermano.

Tal vez lo que más le dolió a Giyuu fue que su hermana, Tsutako, y su abuelo, Urokodaki no asistieran a su boda.
Incluso cuando envío las invitaciones, estas fueron devueltas y sin abrir.

Tsutako no aprobaba el matrimonio, pues ella quería mucho al pelirrojo, lo veía como un hermanito y se ganó su confianza  y corazón, sumándole el echo de  que ese joven le donó sangre a ella la vez que por pisar mal cayó de las escaleras, golpeandose fuertemente contra los escalones, teniendo una hemorragia y un dolor fuerte en su bajo vientre, desencadenando que tuvieran que operarla de emergencia, pues por la caída el bebé que esperaba corría peligro.

Urokodaki era el más molesto de todos, repudiado las acciones de su nieto para con alguien como Kamado, ese chico que no sabe de donde consiguió el dinero necesario que faltaba para esa cirugía que él necesitaba con urgencia.

Era como si el pelinegro hubiera olvidado todo lo que ese niño hizo por él y su familia, dejándose cegar por una mujer que sin vergüenza se entrometió en una relación.

Pero...    el karma es perra, y tarde o temprano esos dos vivirán en carne propia el dolor que dejaron a sus espaldas.

Porque no sólo Tomioka dejó a un chico que lo amaba sinceramente, Shinobu también dejó atrás a alguien que la quería de verdad, y que estaba dispuesto a darle la luna si ella se lo pedía.

Al fondo, en una esquina, oculto entre los arreglos florales, un joven de largo cabello rubio platinado, y unos orbes únicos y hermoso, conteniendo en ellos el arcoiris mismo, pero siendo opacados por lágrimas de tristeza de brotaban sin parar, observaba a  la mujer que más amaba unirse en matrimonio con alguien que no era él.

"¿En qué te falle para que me dejaras por él.?." preguntó en voz alta el de orbes coloridos, más para si mismo, sin darse cuenta que alguien lo había escuchado.

"No es que usted haya fallado." dijo una voz detrás de él, una voz tan calida y llena de dulzura." Más bien, fue ella quien le falló a usted, mejor dicho, nos fallaron.

Douma abrió sus orbes totalmente sorprendido, girandose para ver a quien le hablaba, encontrando a un joven unos centímetros más bajo que él, de cabellos burdeos y unos ojos carmín tan bellos, pero opacos y faltos de luz.

One-Shot - All x TanjirouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora