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Después de comer, Jimin labo las platos sucios, claro no sin antes discutir medio hora, al final, el rubio convenció al peli-negro y labo los platos, termino de secarse las manos y salió de la cocina, cuando llegó a la sala en peli-negro se encontraba concentrado en su teléfono, el menor camino y se costo en el sillón mediano, era perfecto para su tamaño, tomo un cojín y se lo puso de almohada, saco su móvil y se dispuso a jugar con el.

Jeon había visto los movimientos del rubio desde que había llegado a la sala, le pareció tierno, como a él le quedaba perfectamente el sillón, cuando el se acostaba en ese, los pies a le salían y no tardaba mucho y se pasaba al sillón mas grande.

Jeon miraba como los mensajes caían del grupo de amigos, eran unos idiotas decían pendejadas sin sentido, puso en silencio el grupo y entro a camara, era momento de una cesión de fotos, le quitó el flash y le empezó a tomar fotos al rubio, no hiba a dejar pasar la oportunidad, miro las fotos y sonrió, era un excelente fotografo.

Por otro lado el rubio miraba los mensajes de su madre y padre, ninguno era de amor o que lo extrañaban, en todos los mensajes su madre le exigía que regresará a la casa y que dejara de portarse como un niño, su padre era más duro, le planteaba lo que haría si el rubio no regresaba, pero el no lo haría, no regresaría allí, le valía pepino lo que sus padres podrían hacer, el lo resolvería solo y ya.

Se levantó del sillón de un brinco, llamando la atención del peli-negro.

—buenas noches, la comida estubo rica — hablo con desganes.

— ohh si buenas noches, — respondió, pero había notado el tono de voz del rubio — te encuentras bien? — pregunto.

Lo único que resibio fue un sonido de afirmación y vio como el rubio desaparecía por el pasillo.

Jeon hiva a pregunta que le había pasado, de un momento a otro, sus ánimo habia cambiado.

Se levantó del sillón y apagó todas las luces, camino por el pasillo y miro el cuarto del rubio, al parecer ya se había acostado ya que no se encontraban las luces apagadas, camino a su cuarto y entro, las paredes eran de azul marino, con un poco de blanco, cuadros de el y sus amigo y una que otra con sus padres, se tiró en la enorme cama, mientras miraba el cielo razó, conecto su móvil y apagó las luces.

El rubio por otro lado se encontraba en el baño, mirándose en el espejo, miro los pupilentes y con cuidado se los quito, haciendo que sus ojos verdaderos aparecieran, suspiro y labo su rostro, no lloraría por sus padre, por qué no merecían que el derramará lágrimas por ellos, salió del baño y tomo una almohada, su móvil y se acerco a la ventana, puso la almohada en el suelo y se ento en ella, admirar la vista por un rato le haría bien.

Jeon, no podía dejar de dar boletas en la cama buscando el preciado sueño, miro la hora,12:50 AM, se había acostado a las 11 no había dormido nada, miro el techo con fastidio, el cilencio de la noche hacia que el sonido de la lluvia sonara fuerte y fuera un poco tranquilizador, luego pensó, será que Jimin estaba despierto, tomo su teléfono y busco el número del rubio.

— bonito, estás despierto? — mando el mensaje.

Jimin se encontraba mirando las enormes gotas caer, cuando su teléfono se entendió mostrando una notificación, lo tomo y vio que era un mensaje de Jeon, lo leyó y contesto.

— si, — mando con simplesa, para luego poner de nuevo su vista en la lluvia.

El teléfono del peli-negro se entendió y rápidamente habrio el mensaje.

— no puedo dormir y tu? — mando mirando la pantalla.

Unos segundos después llegó respuesta.

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