El Monumento.

342 42 0
                                    

Draco activo la vista térmica y me dejó ver a Peter dentro, tumbado en el suelo de aquel contenedor.
El sudor comenzó a correr por mi cara, me ponía tan nerviosa abrir la parte superior del camión, me ponía nerviosa el abrir el contenedor y encontrar a Peter herido ya que todo eso sería mi culpa.
Comencé a pensar en cómo abrir el contenedor hasta que una buena idea vino a mi. Alce mi dedo índice y saqué fuego de este con esperanzas de que marcar un rectángulo con mi flama me dejara entrar.
Empecé a marcar cuidadosamente con mi dedo un rectángulo lo suficientemente grande como para saltar dentro del contenedor.

—Debería apre... —Deberías callarte, si no vas a ayudarme no hables— interrumpí a Draco que estaba a punto de apresurarme como siempre.

—Jefa... —Draco, es prácticamente un maldito contenedor blindado, mis llamitas no van a penetrarlo en seguida— volví a interrumpirlo.

—Lo se, pero sugiero que deje de hacer el rectángulo perfecto, eso le quita más tiempo— comentó.

—No estoy esmerándome en hacer un rectángulo perfecto Draco Malfoy, solo muevo mi dedo como quiero— respondí molesta.

—¿Draco Malfoy?— preguntó.

—Es una tontería que dije... ahora, por favor déjame terminar esto o llegaremos a un lugar desconocido— pedí intentando ser amable.

—Jamás me había dicho así— continuó.

—¡Draco cállate!— le grité.

El movimiento del camión junto Draco y su increíble animación no me dejaban concentrarme lo suficiente. El camión iba tan rápido que tenía que concentrarme en dos cosas, en no caerme y fundir delicadamente el metal del contenedor para evitar hacer un escándalo.
Los minutos siguieron pasando y cada vez más me estresaba, el sudor seguía corriendo por mi cara, pero está vez no sabía si era por los nervios o el calor de mis llamas.

—Nos estamos acercando a un lugar— me avisó Draco.

—¿Como es?— pregunté poniéndome aún más nerviosa.

—Es el Departamento de Control de Daños— informó.

—Mierda... ¿Estamos muy cerca?— cuestioné alarmada.

—Estamos a unos segundos de entrar— respondió.

—Puta madre... aún no termino de fundir esto— le conté asustada.

—Si que está oxida... —¡Draco ya!— volví a gritarle.

—Okay... estamos entrando— me avisó justo cuando álcenla mirada para percatarme que estábamos entrando al dichoso lugar.
Me acosté boca abajo para evitar ser vista por si había alguien ahí esperando el contenido del camión o algo por el estilo.
El chofer estacionó el camión en donde le placía y bajo de este con una manzana en la mano, camino hacia una puerta algo lejana y entro a esta desapareciendo de mi vista.

—Esto es nuestro ¿verdad?— le pregunté a Draco mientras me levantaba lentamente.

—¿Que si es propiedad de los Stark? En efecto— respondió.

—Entonces... ¿Puedo bajar de aquí tranquilamente?— hice otra pregunta.

—Si quiere que su padre se entere que estuvo aquí pues si— contestó sarcásticamente.

—Okay si, ya entiendo— dije mientras asentía con mi cabeza.

Al ver que no había nadie en el lugar continué con lo mío, sin movimientos bruscos podía abrir el contenedor más rápido que antes.
Como persuadí, el metal se fundió rápidamente, en unos pocos minutos ya podía patearlo para entrar a el y ver como estaba Peter. Cuando termine de fundir el rectángulo solo lo patee un poco y este se abrió cuidadosamente, lo suficiente para no caer encima de Peter.

Hasta Que el Por Siempre Se DesmoroneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora