Congelado.

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Las luces que iluminaban la sala de la Torre Stark me cegaban como nunca antes lo habían hecho, la voz de mi padre hablando por teléfono revoloteaba por toda la habitación en la que estábamos, quería dormir, pero la voz de Tony en conjunto con las luces no me permitían conciliar mi sueño.

—Michelle, despierta ya— me dijo alguien mientras zarandeaba mi cuerpo. Yo abrí mis ojos por completo y lo vi, mi padre "despertándome" de la peor manera posible.

—¿Para que me quieres despierta?— le contesté algo molesta por las circunstancias. Me levanté del sillón y me senté para despertarme por completo

—Te quiero despierta porque Nick está por llegar, ya casi es hora de irnos— me respondió mientras se levantaba del piso en donde se había puesto de cuclillas antes.

—¿Ir a donde?— le pregunté algo confundida sobre la situación. Tony dibujó una mueca en su rostro y me dio un pequeño golpecito en la frente.

—Tonta, iremos a la instalaciones de S.H.I.E.L.D., Nick llamo hace algunas horas para avisarnos— respondió algo molesto a mi pregunta, yo seguía sin recordar aquella "llamada" que Nick Fury le había hecho hace algunas horas, pero le seguí la corriente.

Pasaron solo algunos minutos hasta que Tony recibió otra llamada y me hizo señas para que lo siguiera hasta el elevador, yo lo seguí y posteriormente Tony pulsó el botón que nos llevaría hasta el helipuerto. Al salir al helipuerto estaba uno de los helicópteros de S.H.I.E.L.D. estacionado en el lugar

—Hasta que se dignan en subir hasta acá— dijo la voz de una chica que muy a duras penas se podía distinguir gracias al sonido que emanaba las aspas del helicóptero. Tony la saludo y comenzó a reír de su pequeña broma

—Tu debes ser la hija de Tony, soy Maria Hill— exclamó presentándose ante mi, yo acepté el apretón de manos y subimos al helicóptero.
Durante todo el camino hasta la base de S.H.I.E.L.D. me quede profundamente dormida ya que anteriormente Tony no me había dejado conciliarlo.

—Mica, ya llegamos— me dijo Tony zarandeándome por segunda vez en la noche, ambos bajamos del helicóptero y fuera de la base estaba Nick Fury.

—Por fin llegaron. Hola querida— nos dijo mientras me daba un cálido abrazo el cual yo respondí con el mismo gesto. Mi padre se adelantó junto con Nick mientras hablaban sobre el "descubrimiento" que habían hecho, yo me quede hasta atrás ya que no quería interrumpir su platica. Caminamos por el piso gris de aquella base durante unos minutos hasta llegar a una sala, en la cual había muchos artefactos y en medio estaba una camilla de metal en la cual se encontraba lo que parecía ser hielo.

—Nick ¿que es eso?— le pregunté al entrar a aquella fría sala.

—Eso, eso es un humano, congelado hasta los huesos— me explico mientras palmeaba aquella gran placa de hielo.

—Estas mintiendo Nick ¿verdad?— le volví a preguntar ya que me parecía algo absurda su explicación, Nick negó con su cabeza y con su mano me invitó a acercarme al misterioso humano.

—Ese mi niña linda, es el Capitán America— me dijo Tony señalando a aquel hombre al cual no se le podía distinguir bien la cara.

—¿Como sabes?— le pregunté a Tony con más dudas que antes.

—Porque si no fuera alguien importante S.H.I.E.L.D. no nos hubiera llamado— era algo lógico lo que mi papá decía, pero Nick tenía que confirmarlo para creerlo.

—Les llamamos para ver si tú podrías descongelarlo— me pidió y explico Nick sobre todo eso. Dude un poco, sí podía controlar los estados de la materia, pero descongelar a un hombre de casi 1.90 de altura era una misión imposible, mi mente decía "no" pero yo dije "si". Al acceder, Nick y Tony salieron de aquella sala y me quede a solas con aquel hombre que mi padre identificaba como al Capitán America, lo mire por un rato, solo para decidir qué haría para descongelarlo, podía cambiar el hielo a agua, pero quedaría todo el lugar mojado, podría fundirlo pero igual quedaría agua por todas partes. Al final decidí usar el fuego, ya que el agua caería al piso lentamente, solo esperaba no quemar por completo al hombre.

Alcé mi mano y de ella comenzaron a salir pequeñas llamas las cuales después se hicieron más amplias, me acerqué a la placa de hielo que cubría por completo al soldado y emperece a fundir el hielo. El hielo que se convertía en agua caía lentamente hacia el suelo, estuve así por unos 10 minutos hasta que el hombre quedó completamente descongelado, al ver todo el agua que había caído al piso decidí secarla con un poco de aire que también salía de mis manos, como si fuera una secadora humana.
Al terminar por completo de hacer mi tarea salí de la sala y avisé a mi padre que había acabado.

—Ok Mica, ahorita vamos, regresa con el soldado— me dijo Tony mientras me tocaba el hombro y después se iba del pasillo para avisar a Nick, yo regrese a aquella sala en la cual había estado antes.
Al entrar aquel hombre seguía en un sueño profundo, ahí fue donde pude apreciarlo mejor, una cara alargada con mandíbula marcada y cabello de color café claro, el hombre vestía un traje color azul con franjas de color blanco y rojo, el pecho estaba decorado por una estrella plateada desgastada y algo congelada aún. Después de unos segundos me percaté que el traje se parecía demasiado a la bandera estadounidense, tal vez Tony tenía razón y sí era el Capitan America, comencé a tocar su cara que aún estaba fría.

—Deja de tocarlo o te vas a enamorar niña— me dijo Nick entrando a la habitación.

—Solo tengo curiosidad Fury— le respondí agresivamente ante su comentario, solo tocaba su cara y ya me esta inventando una vida a su lado

—La curiosidad mató al gato chiquilla— dijo metafóricamente acercándose a mi y también tocando a aquel hombre que reposaba en la camilla de metal.

—¿Por qué tanto misterio Fury? ¿Me vas a decir quien es?— le pregunté ya que nadie me decía nada y aquella teoría sobre el Capitan America seguramente era alguna broma de mi padre.

—Tu padre tiene razón cría, es el Capitán America, en específico el soldado Steve Rogers del regimiento de infantería 107, ayudó a ganar la Segunda Guerra Mundial y bueno, lo demás es historia que seguramente ya sabes ¿eso responde a tu pregunta?— me explicó y pregunto mientras alzaba la única ceja que se le alcanzaba a ver, yo asentí mi cabeza para responderle y después Tony entró por la puerta haciéndole señas a Nick para que saliera. Señas a las cuales Nick accedió. Yo me quedé ahí por unos minutos más hasta que papá volvió.

—Si, suban al anciano al helicóptero— le ordenó Tony a algunos trabajadores de S.H.I.E.L.D.

—¿Papá? ¿Que pasa?— le pregunté algo desconcertada de la situación. El personal antes mencionado entro con una camilla que colocaron al lado de la otra camilla que estaba al lado de el Capitán, yo me hice a un lado y aquellas personas lo cambiaron a la camilla que habían traído hace unos momentos.

—¿Papá?— le volví a decir a Tony para que me hiciera caso.

—Ah, si mi amor, olvidé decirte, el anciano se quedará con nosotros en la torre— expresó tan tranquilo...

Hasta Que el Por Siempre Se DesmoroneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora