Terremoto.

267 42 14
                                    

Me llevé el regaño de mi vida al salir de la sala de conferencias. Tony estaba furioso, y Rhodey también; ambos tuvieron que aclararle a todo el mundo que ni Venon ni yo éramos peligrosos.
El primer día después del fiasco de la conferencia; intenté no entrar a redes sociales, desactivé todo, preferí desaparecer y evitar a toda costa ver malos comentarios sobre mi actitud. Las personas que más amaba en la vida estaban conmigo y todo me daba igual.
Todo cambio cuando Wanda entró a Twitter y vio todo el apoyo hacia mi. La población me adoraba de nuevo; en especial las mujeres. Había hecho que toda la gente en mi contra estuviera de mi lado nuevamente debido a mis palabras aquel día. No pude evitar sentirme tan bien, por primera vez estaba siendo tomada en cuenta de esta manera.
Eventualmente; con el paso del tiempo, pude volver que salir con el equipo a misiones, ya no era una prisionera ya que la gente me había vuelto a aceptar, así que el gobierno no tenía de otra más que mantenerme en los vengadores, aunque me tenían vigilada.

El tiempo siguió pasando, Steve y yo regresamos a casa, lugar donde ahora pasábamos la mayor parte de nuestro tiempo. Hank dejó de requerir los servicios de Steve y Logan dejó de faltar a sus clases con los chicos en la escuela de mi padre, así que cada vez menos iba. Steve y yo teníamos la vida normal que habíamos tenido mientras vivíamos en Wakanda. Solo él, Dodger, Bucky, Sam algunas veces, Venom y yo, éramos como una familia; una familia demasiado extraña, pero funcional.
Stephen comenzó a pasar tiempo con nosotros, Steve lo aceptó y ambos se llevaban bien, no del todo y no siempre, pero al menos lograban intercambiar palabras el uno con el otro.
Tal y como él me lo había prometido, empezó a enseñarme un poco más sobre la magia Eldritch. Me enseñó cosas sencillas, como los Tao Mándalas, los Látigos Eldritch y como conjurar las bandas carmesí de Cyttorak. A los hechiceros les gustaban los nombres ostentosos.
No todos y cada uno de los hechizos que Strange me enseñaba los lograba, pero al menos lograba defenderme con ellos, y de alguna manera; eso me hacía más poderosa que antes.

Las cosas entre Venom y yo no cambiaron, seguíamos igual que antes, incluso podría decir que un poco mejor. Logramos una conexión al pelear y cada vez menos peleábamos por el control, hasta llegó a llevarse demasiado bien con Steve y los demás miembros de los vengadores, ellos ya no lo consideraban peligroso y era un elemento importante entre nosotros, se volvió parte de nuestra familia y dejar de escucharlo alguna vez nos entristecería.
En general; todos estábamos tan bien, Tony empezó a pasar más tiempo con Morgan, el tiempo que a mi me hubiera gustado pasar con él de pequeña. Todos adorábamos a esa niña, era como la hija de los vengadores.
A la par de todo esto, surgió una loca idea en el gobierno neoyorquino. Esta idea se trataba de un desfile conmemorativo a la derrota de Thanos. Sin duda era una idea estúpida de parte de nuestro gobierno, pero la gente estaba realmente emocionada por este.
El 1 de junio fue declarado como el día oficial del fin de la guerra infinita y seguramente ese día quedará grabado en libros de historia para futuras generaciones, incluyendo el horroroso desfile.

—Ya Mica, alégrate, no es tan malo— dijo Thor mientras me daba un golpecito en la espalda. Yo estaba cruzada de brazos y volteé a verlo de manera fulminante haciendo que me quitara su brazo de encima.

—Ya relájate, no se porque te pones de tan mal humor— dijo Maddie a la vez que colocaba su mano en la mejilla de Thor para voltear su cabeza hacia ella. Esos dos habían empezado algo entre ellos, era incómodo y extraño ver a mi hermana ligar con Thor.

—¡Puaj! Que asco— expresó Loki. A el también le disgustaba la idea. Loki y yo pasamos de ser pareja a ser amigos y al final concuños. Obviamente también odiábamos eso.

—Son tan iguales, ahora veo porque terminaron— se burló Wanda.

—¿Quieres que te regrese a Sokovia?— la amenacé y ella sonrió.

Hasta Que el Por Siempre Se DesmoroneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora