31. Diminuto

10 4 0
                                    

El minutero del reloj estaba a punto de marcar la medianoche y Taehyung continuaba sumergido en un mar de soledad dentro de la de repente desoladora habitación de hotel. El disgusto que había atacado la boca de su estómago seguía ahí y el punzón en su esternón se había vuelto más agudo. 

Jungkook no vendría esa noche y no precisamente por los escenarios que su mente había intentado usar como motivos para excusarlo. El pelinegro había sido claro: Sooyoung no se sentía bien de salud, así que la cita debía ser cancelada, y Taehyung no tuvo otra opción más que estar de acuerdo con esa decisión, porque al fin y al cabo era él el que sobraba en esa ecuación. Sin embargo, a pesar de ser consciente de su situación, no podía evitar sentirse herido e inmensamente insignificante.

Los rayos del sol se hicieron presente y entonces dormir se convirtió en una misión imposible. Taehyung se incorporó. No podía ser más miserable, pensó. Había perdido la consciencia, deseando que el dolor que sentía desapareciera. Solicitó un taxi y, luego de una breve confirmación, dejó el lugar. 

Ingresó al departamento procurando hacer el menor ruido posible

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ingresó al departamento procurando hacer el menor ruido posible. No quería que Baekhyun lo viese de esa manera. Se sentía avergonzado por muchas cosas, pero principalmente por cómo había permitido que Jungkook nuevamente le hiciese sentir tan minúsculo y por el hecho de que no podía culpar a nadie por ello.

– Feliz cumpleaños, Tae.

Totalmente impecable, en el medio de la sala, al lado de Baekhyun y Jimin, Kim Namjoon lo observó preocupado. Un abrumado Taehyung llevó un extremo de la manga de su abrigo hacia su rostro, en un intento por borrar las lágrimas que habían comenzado a rodar por sus mejillas. Tomó un hondo respiro y, cuando el mayor le dedicó una suave sonrisa, se acercó para darle un abrazo.

Namjoon no hizo preguntas, no hacía falta hacerlas. Taehyung solo necesitaba tiempo para decir lo que sea que estaba quedando en secreto ahora. Él esperaría, como siempre, a que su hermano se sintiese listo. Por lo pronto, se limitó a consolarlo en silencio, intentando calmar sus propias inquietudes, porque, para su pesar, creía conocer el verdadero motivo de aquella profunda aflicción que venía consumiendo a Taehyung.

Himitsu (Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora