Himitsu (Taekook)

05. Deseo

Los ojos negros de Jungkook le perforaban el alma, así que ocultó su rostro en su cuello, mientras este se empujaba más en su interior, soltando uno que otro gruñido. Se sentía tan bien ser llenado por él, que no quería que aquello terminara, pero sabía que el final estaba cerca, porque sus entrañas le ardían y las piernas comenzaban a temblarle. Si no fuese porque no quería perderse ni un segundo de la desnudez de Jungkook, Taehyung ya se habría desmayado de placer hace unos minutos.

– Me estás volviendo loco –lo escuchó susurrar en su oído, mientras continuaba empujando sus caderas contra él.

El clímax se acercaba cada vez más y Taehyung sentía que su cuerpo iba a explotar en cualquier segundo. La cabeza le daba vueltas.

– ¿Te gusta? –preguntó Jungkook, acelerando el ritmo, y el menor asintió, sujetándose más a su cuerpo–. Entonces procura no despertar.

¿Despertar? Quiso comprender a qué se refería el pelinegro con ello, pero entonces la respuesta lo golpeó como un balde de agua fría. Sus mejillas se tiñeron de rojo cuando recordó lo que acababa de imaginar. Todo el cuerpo le quemaba, así que, haciendo a un lado a las sábanas, se dirigió hacia el baño para lavarse la cara y pensar con claridad. Cuando se calmó un poco, un tirón en su vientre bajo le hizo llevar la mirada a su entrepierna. Tenía un bulto en el bóxer y nuevamente se sintió caliente.

Vio su reflejo en el espejo de baño y, cerrando los ojos, trató de imaginar el rostro de Jungkook y recordar cada detalle de aquel sueño que había despertado algo en su interior. No sabía muy bien qué era lo que estaba haciendo, pero se quitó el bóxer y llevó sus manos hacia su miembro. Comenzó a bombear y, por primera vez en su vida, descubrió lo que era el autoplacer.