2. Aceptación

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CAPITULO 2

Pues sí amigos me llené de valor y le pedí salir, ¿Saben que pasó después? ¿Qué aceptó?... Pues no; en ese momento estaba viendo a alguien más.

Me contó que el día que nos conocimos iba camino a verse con alguien y arruiné sus flores (creo que eso ha sido una de las mejores cosas que he hecho en mi vida)

A duras penas acepté que Noah, el hombre del que me enamoré sin explicación estaba con alguien más, pero prefería tener un poquito a no tener absolutamente nada.

Poco a poco nos fuimos acercando, íbamos al cine, a comer pizzas, aceptaba mis berrinches y mi torpeza sin ningún problema, eso me hacía amarlo más, en secreto claro.

Nuestra amistad llegó a un punto donde la chica con la que salía se moría de celos, sé que está mal decirlo, pero eso me hacía sentir tan pero tan feliz, hasta que Noah se cansó de tantas discusiones vacías y la dejó

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Nuestra amistad llegó a un punto donde la chica con la que salía se moría de celos, sé que está mal decirlo, pero eso me hacía sentir tan pero tan feliz, hasta que Noah se cansó de tantas discusiones vacías y la dejó.

Sus ojos al poco tiempo comenzaron a mirarme más allá de esa simple amistad, sentía cada vez más afecto hacia mí. Varias veces mientras cocinábamos juntos en su departamento lo pillé mirándome sonriente, como feliz de tenerme ahí.

Así pasó otro mes y aún no se decidía en ese cerebro suyo de que yo era la indicada, así que le di un pequeño empujoncito que jamás le confesé. Llamé a un viejo "amigo" para vernos en el café donde Noah y yo siempre pasábamos las tardes; tenían que verlo, por dios, por más que intente relatarlo jamás seré capaz de describir su rostro en ese momento. Estaba triste, celoso, con rabia... con pasos acelerados se acercó a la mesa

— LINA!!! Vámonos ahora mismo

— ¿Por qué? ¿Qué pasa? ¿Sucedió algo? — pregunté como quien no sabe nada

— ¿Quién es este Lina? — pregunta Boris el viejo "amigo"

— ¡Tú te callas! —grita Noah enfurecido, se tuerce hacia mí, me toma de la mano, de un tirón me acerca a su pecho, pone sus manos en mi rostro — ¡Tu eres mía!, ¡yo te amo Lina!!— dice Noah y auto seguido como guión sacando de una novela de televisión me besa con pasión haciendo que el tiempo y todo a nuestro alrededor se detuviera dejándonos solo a los dos.

— ¡Tú te callas! —grita Noah enfurecido, se tuerce hacia mí, me toma de la mano, de un tirón me acerca a su pecho, pone sus manos en mi rostro — ¡Tu eres mía!, ¡yo te amo Lina!!— dice Noah y auto seguido como guión sacando de una novela de televis...

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Nota de la autora : doble actualización a continuación con Breaking Down

Bailando con el Diablo  © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora