9. "Alejandro"

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CAPITULO 9

Estaba en una especie de trance que no me permitía ver más allá, incapaz de controlar mis acciones, para cuando volví en mí ya era demasiado tarde; me había convertido en una asesina. Su cara estaba casi desfigurada, prácticamente no se reconocía, su hermoso rostro se desvaneció, su sangre estaba por todos lados. Cuando me detuve, vi mis manos, ensangrentadas, me limpié las lágrimas, pintado mi rostro de rojo.

—¿Qué fue lo que hice?

Por más que la odiara, nadie merece morir de esa manera, no tenía el derecho de jugar a ser Dios, nadie lo tiene. Mi mente ya no pensaba con claridad, un zumbido ataca mis oídos, un dolor impertinente en la cabeza, todo daba vueltas, fue entonces cuando perdí el conocimiento y mientras caía al suelo pensaba... ¿Cómo es que en un abrir y cerrar de ojos había perdido a todos a los que amaba convirtiendo mi vida en un infierno?

Horas después...

Abro mis ojos, un ventilador me mira desde el techo, reviso mis manos... ahora están limpias -¿acaso todo fue producto de mi imaginación? - pensé. Miro a mi alrededor, estoy en la habitación del Motel "Karma", no era mi primera vez allí, la reconocí al instante. Parado en la ventana, dándome la espalda, hay un hombre alto, de piel morena, que se gira hacia mí. Su belleza encandila mis pupilas, su rostro fino era de una belleza extraordinaria, como una mezcla de genes exquisitos, su mirada era fría y pícara más sus labios se veían dulces, pensaba que hombres así solo se veían en la televisión, más tenía uno justo en frente de mí.

— Hola Lina, al fin despierta la bella durmiente— me dice

— ¿Quién eres? — pregunto cortante

— Soy Alejandro— sonríe, se me acerca, pone su rostro frente al mío— desde hoy tu ángel guardián

Alejandro (Alejandro Sánchez)

Alejandro (Alejandro Sánchez)

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— ¿Mí qué?

— Tu ángel guardián— sonríe y se aleja— digamos que una especie de guardaespaldas

— ¿Pero por qué?

— Para esa pregunta no tengo respuesta, el Diablo me ordenó que eso hiciera y eso haré

— ¿Dónde está...?

La puerta se abre, el resplandor da en todo su cuerpo, no podía ver bien, se va acercando, me quedo muda, mis sentidos me abandonaron, que dicha tan grande ¡Era Kevin! Mi hermano está vivo, no murió no ¡Está vivo!

— ¡Hermano! — corro hacia sus brazos

—¡Mi hermana! — me abrazó tan fuerte que pensaba que me rompería en dos

— ¿Pero cómo?

— Siéntate te explicaré todo

Entonces cuando me contó con detalles todo lo que ocurrió ese día al bajarse del auto.

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¿Kevin que crees que estás haciendo? —dice Betty— ¿Crees qué estoy jugando?

¡Dispara!

-Kevin ¡Para!

¡DISPARA!!!!

Fue en ese momento cuando Betty disparó el arma, pero fue hacia el aire nunca hacia él, ella se rindió y decidió contarle todo... bueno una parte. Le explicó que el Diablo luego de encontrarme en Valle Verde como no podía ser visto le ordenó que me protegiera con su vida, que se acercara a mí y que mejor forma de hacerlo que convirtiéndose en mi mejor amiga y cuñada, viviendo bajo mi techo, siendo parte de mi familia. Luego de que conociera a Noah y ver su parecido extraordinario con el Diablo le informó; su nueva orden era saber también todo sobre él, cada detalle.

El día del secuestro fue ella quien le dijo de nuestro paradero. Lo próximo sería eliminar a mi hermano, puesto que sabía lo que estaba ocurriendo. Betty le confesó que una parte de ella lo amó, aunque no como mi hermano merecía, le pidió que se escondiera, que ella trataría de salvar su vida, pues si no lo hacia ella lo haría alguien más, Kevin accedió a su pedido, esa fue la última vez que se vieron.

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Toda esa historia fue mucho para digerir, la traición y mentira de mi amiga, la obsesión de un hombre con la cara de mi esposo, era demasiado. Comencé a caminar de un lado a otro de la habitación, hasta que me preguntó lo que más temía.

— Lina, ¿Dónde está Betty? — no podía mirarlo a los ojos, era demasiada la vergüenza, hasta que el tal Alejandro nos interrumpe

— ¿Qué no sabes? Tu hermanita la golpeó hasta que la mató— dijo sin pudor.

Kevin me mira fijo, mueve su cabeza de un lado a otro, me tapo la boca con mis manos, bajo la cabeza mientras lloro, mi hermano se levanta, golpea la pared callado hasta que sus nudillos sangraron. Verlo así me dio mucho miedo, sentí como si esos golpes me los quisiera dar a mí, intenté acercarme a él varias veces, pero mis pies volvían siempre hacia atrás.

Entonces... un disparo, todos nos miramos

— ¡Cúbranse AHORA! — dice Alejandro, mientras Kevin y yo levantamos la cama para usarla de escudo

— ¡Alejandro rápido, ven!

Miro a mi derecha y veo como el cuerpo de Alejandro cae a mi lado alcanzado por una bala, un cuerpo tan joven y hermoso, era un crimen que abandonara este mundo.

Alejandro (Alejandro Sánchez)

Alejandro (Alejandro Sánchez)

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Entonces pensé... si Alejandro trabajaba para el Diablo... ¿Quiénes son estas personas? ¿Lograremos sobrevivir?

Nota de la autora : Hola amigos, si llegaron hasta aquí muchas gracias de corazón. Poco a poco vamos entendiendo parte de la historia mientras que otras se complican. Una vez más un millón de gracias por el apoyo y recuerden vengan de nuevo la próxima semana para seguir... Bailando con el diablo.

Bailando con el Diablo  © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora