Gehrnam, Laurence y Ludwig:
El primer cazador, el primer vicario y el cazador de la iglesia. ¿Desde dónde comienza su amistad y cómo se ganaron sus títulos?
Ya habían pasado tres días desde que Ludwig se fue. Quería creer que volvería pero en la situación que estábamos, era difícil confiar en mis deseos. Gehrnam llevaba días trabajando en una nueva arma, y por ello, a mi me tocaba vigilar. Escuché una bestia gruñir afuera pero las ventanas tapiadas me dificultaban ver. Cuando tuve un mejor ángulo visual, no pude creer lo que veía: una bestia muerta en el piso con una espada atravesándola, y sosteniendo el mango, estaba aquella persona por la que estaba preocupado. Le grité a Gehrnam:
- ¡Volvió! - estaba emocionado.
No necesitaba decir más. Le pasé el rifle a mi compañero y salimos del taller. Ludwig saltó la reja sin demasiado problema y nos reunimos los tres adentro del taller. El desaparecido tenía la ropa destrozada, sangre seca por todos lados, pero estaba vivo. Lo abracé, cuando lo solté se giró hacia Gehrnam y este le dio un golpe en la cabeza antes de abrazarlo.
- Maldito loco - dijo Gehrnam soltándolo.
- ¿Dónde estabas? - pregunté.
- Es una historia larga - respondió el pelinegro.
- Estamos literalmente atrapados en un taller, creo que tienes tiempo - respondió Gehrnam irónicamente.
Ludwig sonrió y contó qué pasó en las catacumbas. La verdad, me sentí culpable por haberle puesto esa idea en la cabeza. Luego nos comentó cómo uno de los grandes lo salvó de convertirse en bestia y del plan que tenía.
- ¿Dices que Flora se fijó en ti? - comentó el rubio.
- No le faltes el respeto a la presencia - respondió el otro ofendido.
- Lo importante es, ¿planeas cazar a las bestias? - preguntó Gehrnam.
Ludwig sólo asintió. Para que iba hablar, sonaría más loco que Ludwig.
- ¿Qué opinas Laury? - dijo sonriendo, casi pidiendo permiso.
- Yo quería restaurar las conexiones de la iglesia, me permitiría continuar con mis análisis - dije, era una locura.
Gehrnam se tapó la cara con una mano.
- Necesito sólo una cosa - dijo levantando un dedo. Ludwig y yo lo miramos
- Quiero una forma de poder darnos a conocer como cazadores, eso nos permitirá reclutar personas, incluso negociar con sobrevivientes - aclaró el de ojos rojos.
- ¿Como un símbolo? - preguntó Ludwig. El otro asintió.
- ¿Tienen un pincel? - pregunté.
- ¿Carbón te alcanza? - respondió Gehrnam con otra pregunta.
- Si - aclaré.
Tomé el carbón y dibujé una runa; estás representan a los Grandes y pueden transmitir sus poderes.
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Esta runa representaría a los cazadores y al taller. Gehrnam sonrió, reconoció la runa:
- Laurence, ¿necesitabas tomar la iglesia verdad...? - preguntó el rubio bastante emocionado.
