Capítulo 23

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_Destruido.

Las manos de el pelinegro sudaban considerablemente, dándole una sensación de frío mientras leía con rapidez cada párrafo de aquél documento que le había entregado la pelirosa. Cada cosa que leía la sentía tan inreal, pero sin embargo todo estaba tan escrito de una manera que parecía verídico para su cerebro.

No quería leer más.

Pero no podía detenerse.

Los documentos estaban llenos de información en donde decía que Naruto Uzumaki y un tal Minato Namikaze, estuvieron viviendo bajo los resguardos de Sasuke Uchiha y Madara Uchiha, con el fin de alcanzar sus metas; Dinero.
Hinata Hyuga, la aparente novia de el joven Naruto Uzumaki, siempre estuvo de acuerdo con ello, así que le ayudo con cada cosa, incluso soportando ver a su novio revolcarse con Sasuke.

En esos momentos la bilis le subió por la garganta a Sasuke. Un horrible dolor de cabeza y mareos lo atacaron.

No, no puede ser cierto. Él... él no es así NO.

Tiró los documentos con furia hacia un rincón de su oficina. Enterró las uñas en sus palmas para poder controlarse, el dolor le dio una gran satisfacción.

Sakura observaba en silencio desde la silla mientras apretaba su falda con sus puños, nerviosa.

—Sal de aquí — Ella no se movió con algo de pánico. —¡Dije que te largues! —Exigió dándole un golpe al escritorio que retumbó toda la oficina y posiblemente, la empresa. Esta pestañeo, se levantó con rapidez y salió despavorida con la cabeza agachada. Una vez afuera sonrió con malicia para sí misma. Por fin, va sacar a ese estorbo de la vida de Sasuke.

La rabia recorre por sus venas el sólo hecho de imaginarse en que todo lo que Naruto le había hablado: El supuesto abandonó de su padre, su amistad con Hinata y sobre todo, su amor por él, fueran mentiras.

No, no podía sacar conclusiones, debía investigar antes de cometer una locura.

Se levantó bruscamente mientras se acomodaba el saco de traje, abrió las grandes puertas saliendo de su oficina, se encontró con sus guardias quienes le hicieron unas reverencias al verlo y se le acercaron dispuesto a seguirlo. El azabache los dividió, dándole la orden a tres de ellos acompañarlo, dos de ellos investigar sobre la mierda de el tal Minato Namikaze y a otros dos, vigilar a su "querido" Naruto. Estos atacaron la orden después de un 'Si señor' y una reverencia.

Sasuke caminó a pasos rápidos con tres de sus guardias siguiéndolo, sus zapatos resonado en todo el pasillo hasta llegar al ascensor, donde presionó el botón de el primer piso y viendo con atención como las puertas se cierran. Se encontraba impaciente mientras miraba de reojo el reloj de su muñeca; 5:59pm

En cuanto escucha el típico pitido de el ascensor indicándole que habían llegado, las puertas se abrieron y este salió con suma rapidez seguido de sus guardias, dirigiéndose hacia afuera buscando su auto.

Maldijo entre dientes mientras esperaba que el vale Pekín el cual al verlo, corrió a buscar su auto.

Maldito Madara.

Posiblemente él sabía de todo eso y se quedó callado.

Suspiró llevando sus dedos a la cien, dando un leve masaje. Se dio cuenta el auto estaba frente a él, así que sin dudarlo entro con rapidez a este, cerró la puerta.

Por el camino hizo unas llamadas, completamente desesperado y en cólera. Cuando llegó a su destino bajo como alma que lleva el diablo, se repetía una y otra vez que se calmara, que todo podía ser una treta, algo orquestado por la inútil de Sakura e incluso el baboso de Madara. El conocía a Naruto, Naruto no era así, o por lo menos eso creía.

El perdón no cambia el pasado. [SasuNaru] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora