El perdón no cambia el pasado. [SasuNaru]

Capítulo 1

—¡Maldita sea la hora en la que accedí a trabajar contigo. ¡¡¡Maldita!!! — Gritó mientras golpeaba el espejo hasta romperlo.

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-- Lo siento pero ya no puedo aguantarles un mes mas.
 
Naruto miraba a la señora con un cierto enfado. Se sentía tan impotente, triste y abandonado. Aquella señora los miraba desganada y cansada. Ella era la dueña del pequeño apartamento en donde él y su madre se hospedaban.

---- ¿¡Porque!? si te pagamos tu dinero. --- Habló por primera vez Naruto encolerado.

---- Tardan demasiado en pagarme el dinero, además, tengo otros inquilinos esperando que ustedes desocupen este y me pagaran mensual y con intereses. — Sonrió tanto que a Naruto le entraron unas rabias horribles.

Tenía ganas de golpear algo, una mesa, una pared ¡algo! pero se contuvo por su madre. Antes de irse la mujer le dijo por ultima vez que desocuparan en apartamento hasta las cuatro de la tarde y dando un último vistazo a quien eran sus inquilinos; se marcho.

—¡Ay Dios! ¿Y ahora? ¿Qué haremos hijo? — Habló preocupada Kushina mientras se sentaba en un pequeño sofá.

—Irnos de esta mierda de lugar mamá. —Le contestó Naruto mientras molesto, se iba a recoger todas sus pertenecías.

—Hijo... — Llamó su madre mientras lo veía recoger las cosas. Naruto le contestó sin ni siquiera voltear. —Estaba pensando en conseguir un trabajo. La verdad tú siempre haz tenido que trabajar para mantener la casa y me siento mal por eso...

—¡No! —Nego con firmeza. — Ya te dije que yo me encargo mamá. Tú estas enferma y así no te darán empleo. Dejame todo a mí.  — Sonrió.

Kushina sonrió al verlo sonreír con esa determinación que lo tanto lo caracterizaba. Se sentía mal a pesar de no poder ayudar y dejar que su hijo se ocupe de todo, pero quien podría darle la contraía; era muy terco.

Naruto había hablado con Kiba para ver si podía hospedarlos unos días del cual este acepto sin duda. Aunque Naruto sabía muy bien que debía buscar un mejor trabajo y con una buen sueldo. Lo que le pagaban apenas alcanzaba para las medicinas y además tenía muchas deudas. Tenía la soga al cuello.

No sabía ya que hacer, no tenía otro lugar. ¿Donde podía buscar un empleo buen pagado, un joven de diecisiete años que ni siquiera pudo terminar la preparatoria? Ni idea. Se la acababan las opciones, marco todos los lugares disponibles y posibles, pero todos fueron un fracaso.

Hacía varias horas que habían abandonado el departamento y se instalaron en el de Kiba. Era algo grande, pero perfecto para mantener a su madre allí en lo que salía en busca de un empleo.

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—¿De quién es esto? — Preguntó con desgano a su secretaria, un hombre. Un hombre cuyas facciones eran atractiva y en sus manos sostenía un currículum.

—De un tal Naruto Unzumaki, vino temprano hoy. Lo rechaze de inmediato. — Sasuke alzo  cejas y la miró. Esta tragó saliva y continuó. —Tiene diecisiete años y ni siquiera a terminado la preparatoria.

—Tú deber es recibir y avisarme, no de rechazar o contratar. ¿Entendido Sakura? — Ella asintió. —Acuerdate, yo decido quien y quien no trabajará para mí.

— Lo siento Sasuke. Pero es que no tenía experiencia laboral y...

—¿Y? —La miró con frialdad. Con esa frialdad que lo caracterizaba. — Sabes qué, llamalo.

—¿Qué? — Lo miró sorprendida.

—¡Qué lo llames! ¿estas sorda? — Sakura siguió sin poder creerlo. —Dile que se de una vuelta por la empresa Uchiha pacific.