Capítulo 3

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Hacia varias horas que había tomado esa decisión. Sabía que a su madre no le parecería la idea, pero debía hacerlo. Era por ella y todo menos por ella.

Todo lo que le estaba pasado era incierto. Jamás se le paso por la cabeza que viviría en casa de un extraño por trabajo. Pero debía hacerlo. Sólo se tenían su madre y él. Él debía ser el de los pantalones.

Ahora se encontraba en un autobús, dirigiéndose a donde sería su próxima puerta, en el único lugar donde a pesar de no haber estudiado por completo, le daban trabajo.

Al detenerse sus manos transpiraron un sudor frío. Estaba algo nervioso, eso no podía negarlo. Ahora se encontraba parado nuevamente en el sitio donde había estado ayer.

Su subconsciente empezó a molestarlo con la dichosa frase otra vez.

Cerró los ojos mientras colocaba las manos en un collar que su abuela le había regalado hace unos años. Abrió los ojos nuevamente y a través de pensar en su madre, se impulso a avanzar.

-¡Karin! ¡Alguien toca el timbre! - Avisó Sasuke algo molesto. ¿Quién podría ser tan temprano? . Ya habían interrumpido su desayuno.

Karin acudió al llamado y abrió la puerta sin imaginarse quien se encontraba allí. La razón de su disgusto; el chico indigente, como le apodaba ella o más bien, el sucio.

-¿Qué quieres? - Habló desganada mientras se recargaba de la puerta.

-Vine a ver a Sasuke. -Le respondió sin más. La verdad, no tenía muchas ganas de estar allí. ¡Ya basta subconsciente!

-Jefe niño, es jefe. - Corrigió molesta. ¿Como se atrevía el llamarlo por su nombre si apenas los conoce?

-Ese mismo. ¿Podrías llamarlo? -Le pidió.

-Esta ocupado. Vuelve más tarde. -Le informó con una sonrisa.

-Esta bien. Pues entonces me daré permiso yo. -Y echando a un lado a Karin, ingreso a la mansión ignorando los reclamos e insultos.

Solo tuvo que dar unos cuantos pasos para encontrarse con él. El cual estaba parado en la sala con una taza de café y una bata de baño puesta. Inmediatamente sus miradas se cruzaron como ayer. Como el momento en el que el cruzó la puerta y ingreso a su oficina, como el momento en el que esperaba que llegara.

Sasuke lo observo algo sorprendido. La verdad nunca se había imaginado que él aceptaría su propuesta. Sintió una extraña corriente recorrer su cuerpo en ese momento, pero su orgullo y dignidad; permitieron que lo ignorara. ¿Aunque por cuanto? desde ayer ya se sentía algo raro.

Podría mirarse al espejo y jurar que ese no era él.

-Buenos días. -Saludo mientras hacia una pequeña reverencia la cual Sasuke devolvió levemente.

-Yo le dije que estabas ocupado. -Agrego Karin algo molesta. -Pero como la gente de su clases es así, que no tienen educación y nunca han...

-¡Karin! -Interrumpió algo turbado Sasuke. Esta lo miró atenta. -Ve a cambiar el foco del baño. -Le ordenó.

-¿Qué? - Pregunto. Sabía perfectamente que con eso le decía que estorbaba. Naruto casi ríe. -En primer lugar, el foco funciona bien. -Le dijo sarcástica.

-Pues quitalo, compra otro de menos consumo y lo colocas. Sabes perfectamente que tanta luz me molesta. -Le dijo para después darle un sorbo a su taza de café. Karin gruño y salió de allí de inmediato. -¿Y tú?

-Este... bueno. Yo vine a decirte que... - Cerró los ojos. No puede ser que aún este dudando. ¡Su madre! ¡Su madre! ¡Tratamiento! ¡Medicinas! ¡Eres el hombre!
Suspiro antes de continuar y con toda la seguridad del mundo. - aceptó tú propuesta.

El perdón no cambia el pasado. [SasuNaru] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora