Parte 35

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La rubia al ver que Adeline se durmió, después de un par de minutos, la dejó cuidadosamente en su cuna envuelta entre mantas y peluches, le puso un chupete azul con dorado que había a su izquierda, en la mesita de noche, le dejó un delicado y amoroso beso en frente.

-Te amo... y prometo hacer todo por ti estos últimos dos meses, no te perderé Adds... - murmuró contra su frente para luego alejarse y salir del cuarto cerrando la puerta cuidadosamente -

Suspiro y limpio una pequeña lagrima rebelde, bajo su vista hasta su muñeca donde divisaba un lindo reloj color dorado palo rosa y vio que iba retrasada un par de minutos, como no, en las clases siempre llegaba tarde, se demoraba en levantar o cambiar. Pero con una niña quizás ahora si seria una verdadera dificultad, pero nada que no pudiese resolver.

-Mierda - suspiro viendo que ya eran las 9:05 de la mañana.-

Salió del cuarto apresuradamente pero siendo totalmente sigilosa.

Se fue a su cuarto en donde estaba su escritorio con su clase puesta para que ella entre.

Vio su celular encima de la cama, la cual estaba tendida y arreglada con su pijama y una manta en la cama de forma esquinar.

Lo agarro y vio tres llamadas perdidas y diez mensajes de Cheryl.

Se sentó en su silla redonda con un almohadón blanco acolchonado y de plumas, cómodo.

Abrió su celular y llamó a Cheryl poniendo su celular entre el lóbulo de su oreja y su hombro, de esta forma conectar su clase con las dos manos para más comodidad y facilidad.

-Aló? - comenzó la rubia cuando no sintió el segundo timbrado -

-Betty? - la pelirroja no identificaba mucho su voz ya que la posición del celular de la rubia no ayudaba tanto -

-Si, Cher, donde estas? - pregunto está removiéndose en su asiento, viendo su clase iniciar con la cámara de su profesora prendida y el ceño fruncido por el ligero retraso -

-Te dije que salí a hacer un examen de admisión a la universidad - soltó su prima atreves del celular -

-Si, lo siento, no vi mi teléfono, me apresuré un poco, me tengo que ir la miss me mira mal - susurró la rubia viendo a su profesora con una mueca -

-Adiós - soltó la pelirroja antes colgar -

La rubia bajo el celular lentamente, mientras la miss veía sus actos con determinante ojo.

La rubia soltó una risita nerviosa.

(....)

Jughead

Mientras tanto un azabache iba caminando por la biblioteca de la universidad.

Iba divagando de tanda en tanda, muchísimos libros... pero esta vez no uno para el, si no, uno para su rubia.

Había visto que estaba leyendo orgullo y prejuicio, romance juvenil, el no era tanto de leer, era más de escribir. Estaba buscando un libro de esa categoría. Ella tenía un pequeño Stan con libros como Bulevard, bajo mi misma estrella,a través de mi ventana. Así que había decidido algún romance dramático pero original.

Se pasó de estante en estante viendo libros y libros, vio unos cuantos que llamaron su atención pero no les dio mucha importancia.

Estaba apunto de rendirse cuando vio uno que quizás le llamo mucho la atención, se llamaba un cuento Perfecto, también le vio el ojo ya que la autora del libro se llama, Elísabet Benavent, se acordó instantáneamente de Betty por lo que lo agarro, lo puso en su mochila y se fue con una sonrisa de oreja a oreja hacia el gran pasillo, lleno de casilleros en los bordes y afueras de los salones.

Dos rubias y una fraternidad/Bughead Donde viven las historias. Descúbrelo ahora