1._ Soledad y El Mar

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"En el canto de las olas
Encontré un rumor de luz
Por un canto de gaviotas
Supe que allí estabas tú"  
Natalia Lafourcade

       Odio Veracruz. Sé que es raro empezar un informe de esta manera, pero es la verdad, ¡Lo Odio! El calor, el ruido de las olas, los mosquitos, odio todo. Aunque siendo honesto, no es su culpa, yo no quisiera estar aquí, ni Veracruz quisiera que yo estuviera sobre él.

En estos momentos voy en la parte de atrás de un taxi veracruzano (como si existiera alguna diferencia con los de Jalisco), camino al extraño pueblo que el patrón y mi padre me mandaron a vigilar una nueva estación de autobuses en Chopitlan, y yo que pensaba que el trabajo no podía ser peor.

Todo comenzó entre una plática ente mi padre y el Licenciado Zaragoza, el licenciado menciono que debía de hacer un viaje de negocios a un pueblo veracruzano para supervisar la construcción de una nueva estación de autobuses, pero la verdad es que esa labor se le hacía absurda y poco relevante, él era un gerente reconocido y no tenía tiempo de estar saliendo a supervisar proyectos sin relevancias. Mi padre, el ingeniero Rosas, tuvo la brillante idea de proponer que fuera yo el encargado de ir a supervisar dicha obra, ¡claro! Como yo soy el más joven y el que menos cosas tienen que hacer me tenían que mandar a mí.

Al principio el licenciado se vio renuente ante la sugerencia de mi padre, argumentando que la supervisión de la estación de autobuses (aunque fuera en un pueblito abandonado por dios), era de suma importancia y que le especificaron que una persona de confianza debía de encargarse del proyecto.

Mi padre, como siempre terco, le hablo de las ventajas de que me mandaran a mí a supervisar el lugar. El licenciado tendría más tiempo para enfocarse en actividades de más valor, y yo conseguiría experiencia vigilando la construcción de una aburrida central de autobuses. Y si por algún motivo algo llegara a salir mal, mi padre se haría responsable de lo ocurrido.

Lo último fue sin duda lo que termino convenciendo al patrón, mi padre a diferencia mía, era una persona trabajadora y responsable, con más de 40 años trabajando en la empresa de servicios logísticos y de transportes MACONDO, por lo que su palabra era respetada y estimada por sus superiores.

Hubiera preferido mil veces que me hubieran mandado a Servicio al cliente o a Recursos Humanos antes que a esta porquería de lugar. Mi padre llego contento y emocionado a la casa, llego como siempre tarde, 2 horas después de su hora de salida porque estaba "arreglando unas cosas" Cuando toco mi hombro, sabía que algo especial había ocurrido.

— Mijo, se me prepara porque en dos días te me vuelas a Veracruz, logre convencer al licenciado Zaragoza que te diera la oportunidad de supervisar la nueva estación que están construyendo allá.

Creo que no hace falta explicar con mucho detalle lo que sucedió después, me quedé atónito ante lo que me acababa de meter. Al principio trate de argumentar el por qué sería una mala idea que me mandaran a supervisar una estación a mí solo, pero mi padre no escuchaba razones, él ya había preparado todo con los jefes y trataba de convencerme de que en el futuro esto me ayudaría a conseguir su puesto cuando se jubilara.

Y si las cosas no pudieran ser peor, también me hablo de que mis viáticos serian limitados, ya que para convencer al licenciado de que me diera el trabajo, llegaron al acuerdo de que los costos de alojamiento y de comida serían menores a los de un ejecutivo de alto nivel.

—No ching... jefe, ni me preguntas y ahora me limitas los viáticos, que voy a ir hacer allá, es obvio que este trabajo se lo pueden dar a cualquiera, ¿Por qué me metiste en todo esto?

—En vez de estar quejándote deberías de estar agradecido, ya quisiera yo que a los 22 me dieran esas clases de oportunidades, y apúrate que pasado mañana te llevo al aeropuerto.

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