21._ Mi Vida

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IVÁN

"Yo he rodado de acá para allá

Fui de todo y sin medida

Pero, te juro por Dios que tú no pagarás

Por lo que fue mi vida." DLD

Días después del incidente con la espina de pescado, me reuní con el Ingeniero Vargas para seguir tratando lo del reclutamiento de nuevos obreros, en donde aproveche para informarle que ya había encontrado a quienes nos ayudaran con lo de la cafetería.

- ¿Y qué le parece ingeniero? – Pregunte en lo que Vargas revisaba los términos del contrato.

- Me hubiese gustado tener más candidatos que solo la familia Lara, pero entiendo que por falta de tiempo eran los únicos que encontraste.

- ¿La familia Lara? Ya los conocía.

- Hace mucho tiempo vivían aquí, tengo entendido que se mudaron para conseguir mejores oportunidades, lo que no se es porque regresaron. Al final de cuentas la mayoría de ellos son tranquilos, a excepción de la hija.

- ¿Se refiere a la que se llama Itzel? – Pregunte curioso.

- Al contrario, ella es la chica más dulce que he conocido, me refiero a su hermana... Citlalli, creo que se llama. Es muy competitiva y temperamental, o bueno, eso fue hace muchos años, espero que por el bien de nosotros se haya calmado.

Apenas he coincido con ella dos veces y dudo mucho que haya cambiado, pero no podía echarme atrás y empezar a dudar después del espectáculo que les di, sería el colmo que también les cancelara el contrato. Por lo que con determinación pregunte.

- ¿Entonces que mi inge? ¿Se quedan o se van?

El ingeniero Vargas se recostó en su silla y resoplo. – Mire Iván, ya estamos a muy poco de navidad y lo que menos quiero es trabajar. Córrele a su casa y diles que sí, que empiezan el lunes primero y que vengan uno de estos días por los alimentos que le proporcionan la empresa. No sé tú, pero yo ya me estoy saboreando la pierna de Navidad.

Hice lo que me dijo el ingeniero y me prepare para darle la noticia a Citlalli y a su familia, al regresar a mi casa le pedí a Grillo que viniera para contarle como estarían las cosas y de una vez por todas me respondiera que hubo entre él y Citlalli.

- ¿Entonces ya está hecho? – Pregunto Grillo que estaba examinando los documentos de la contratación.

- Ahuevo. – Respondí. – Lo único que tengo que hacer es llevárselos para que inicien este lunes. – Le señale la hoja en donde venía cuanto les iban a pagar.

Grillo chiflo sorprendido por el pago. – No manches, este varo les va a caer muy bien.

- Lo sé, les pagan mucho más que yo, y eso que soy ingeniero.

El moreno se levantó y se dirigió a la puerta. –En ese caso creo que mejor me voy, ya no te entretengo para que le des la buena noticia a Citlalli.

Sabía que Grillo iba a intentar escaparse de mis preguntas. Me levante del sillón y lo rodee con el brazo para regresarlo conmigo. –Aguanta Grillo. ¿Qué tienes algún compromiso o alguien te espera? Aún no hemos terminado de hablar. Recuerda que tenemos un tema pendiente.

-¿Tema pendiente? No creo que sea lo del dinero que me debes. ¿Oh si?

Me molesto la pregunta, sobretodo el hecho de que a pesar de todos mis sacrificios apenas y me alcanzara para vivir con lo justo. Aun así trate de ocultarlo y continúe. –No amigo, tendrás que esperarme un poco, es sobre ya sabes... Citlalli. ¿Cómo es que la conoces y porque te llevas tan bien con su familia?

Soledad y El MarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora