✨ Capítulo Cuarenta Y Tres.

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Capítulo Cuarenta y tres.

Lucius no pierde tiempo, en cuanto llega a la mansión corre enseguida a realizar una llamada por red flu, debía contactar a Narcissa lo antes posible

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Lucius no pierde tiempo, en cuanto llega a la mansión corre enseguida a realizar una llamada por red flu, debía contactar a Narcissa lo antes posible. Al tercer intento comienza a desesperarse cuando no obtiene respuesta alguna. Cuelga y empieza a llamar nuevamente. 

—¿Qué sucede? —protesta Narcissa al contestar su insistente llamada. El tono despreocupado en su voz hace que Lucius piense en miles de escenarios, descartando la idea de que irrumpieran en su propia casa—. Estaba un poco ocupada.

—¿Draco está contigo? —pregunta directamente. La pronunciación preocupada en su voz hace que Narcissa guarde silencio por un segundo.

—¿No está en la mansión? Lo mandé hace media hora, quiso irse después de la cena —eso no era nada bueno. Sintiendo un terrible presentimiento, como si se tratara de un sexto sentido, Narcissa comenzó a preocuparse—. Lucius, ¿Qué pasó?

Estando al tanto de todo lo acontecido en el Ministerio, con cada palabra dicha, el ambiente se volvió tenso y angustiante.

—Él me dijo que volvería a la mansión, ¡¿y si le sucedió algo?!

—Guardemos la calma. Buscaré por aquí, tu permanece atenta por si lo ves por los alrededores.

La mujer al otro lado de la línea emitió un quejido frustrado, no creía ser capaz de quedarse quieta a esperar noticias. Definitivamente no, sin embargo, lo más sensato era guardar calma, no podía perder la cabeza, necesitaba estar cuerda, preparada para todo. Asintió decidida.

—Está bien, tienes razón, háblame si le encuentras. Revisaré la red flu, quizás por accidente terminó en la chimenea equivocada.

Ambos compartieron una mirada preocupada antes de colgar la llamada, debían encontrar a Draco cuanto antes.

Lucius se alejó de la chimenea, analizando el lugar en busca de algún indicio. Las protecciones de la mansión no mostraban ninguna imperfección, señal de que no habían sido derribadas y de que nadie pudo ingresar a la fuerza.

Giró sobre sus propios talones, mandaría a revisar el jardín. El sonido de una aparición dentro de la sala de estar le detuvo el paso. Remus inmediatamente corrió hacia él con rapidez, lanzándose a abrazarlo en cuanto se acercó lo suficiente.

—¿Y Teddy? —le preguntó por el pequeño niño.

—Acabo de hablar con Dora, esta con ella. Está bien, tranquilo —con la mirada recorrió la sala de estar, buscando a alguien en específico. Su mirada se tornó intranquila al no verlo en el lugar—. ¿Y Draco?

—Narcissa tenía una cena con él, dijo que le presentaría a... ¿Cuál era su nombre...? —Lucius trató de hacer memoria, aunque con la situación le era imposible recordar ese tipo de detalles—. No sé, dijo que despidió a Draco en la chimenea, tendría que estar aquí.

El Divorcio De Los MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora